El 20 de abril, una semana exacta antes de que el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el alemán Thomas Bach, se paseara para revisar las obras que se realizan en el predio de Villa Soldati, donde se construye la Villa Olímpica que albergará a 7 mil atletas y oficiales de 206 países entre el 6 y el 18 de octubre de 2018 en los Juegos de la Juventud, falleció Hernán Cardoso, un obrero de la construcción que cayó por la mañana mientras trabajaba en un tercer piso. Aunque fue llevado con vida al hospital, murió. Ese día, por la tarde, continuaron los trabajos. Al día siguiente, se paró la obra.

Tal como publica el periódico Prensa Obrera, la obra de la Villa Olímpica fue siempre cuestionada por los vecinos de la Comuna 8, ajena a los intereses y a la necesidad urgente de un plan habitacional pese a que desde el gobierno de la Ciudad aseguran que una vez finalizado el evento la edificación será destinada a más de 1200 viviendas, de 1, 2 y 3 ambientes, a las que se podrán acceder a través de créditos. Sin embargo, a Horacio Rodríguez Larreta, el alcalde porteño, también presente el jueves, le endilgan haber empezado un proceso de privatización de las tierras públicas con el objetivo de recategorizar la zona sur de la Capital.

«Es impresionante ver cómo está creciendo este espacio. Este proyecto extraordinario no es solo para los atletas jóvenes; también lo será para los porteños en el futuro. Y será de innovación para la ciudad. Buenos Aires 2018 será el camino para lanzar una candidatura para los Juegos Olímpicos 2032», dijo Bach ante la mirada de Rodríguez Larreta y Gerardo Werthein, presidente del Comité Olímpico Argentino (COA), en la construcción de la Villa Olímpica, que se expande en 31 edificios en más de 125 mil metros cuadrados. Bach, que se encontraba en la Asamblea General de la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA) en Punta del Este, cruzó el charco y aguardó hasta el viernes la llegada de los Estados Unidos del presidente Mauricio Macri para reunirse en la Quinta de Olivos. En ese encuentro también estuvo el secretario de Deporte, Carlos Mac Allister.

A Bach le sienta bien Buenos Aires: en la ciudad ganó en 2013 las elecciones que lo convirtieron en presidente del COI y, de joven, conquistó algunos torneos de esgrima, su deporte. «Argentina es un país rico y también es rico en deportes -consideró Bach-. Tiene un gran sentido de innovación y deben sentirse orgullosos de eso. Aquí dejarán un legado».

Aquí, en Argentina, Bach nada supo de la muerte de Cardoso. Buenos Aires 2018, tercera edición de los Juegos Olímpicos de la Juventud luego de Singapur 2010 y China 2014, sigue su curso.