Laetitia es un libro que compendia diversos lenguajes para representar un único desnudo femenino, el de la modelo Laetitia Machalski. Se trata de la crónica sin vestido que captura la esencia de un encuentro entre artistas durante una jornada, donde la modelo es la gran protagonista. Así comienza la obra en su presente de realización y su deseo artístico:

Existe el cuerpo / O la verdad sin vestido / En el juego / De la interioridad / Y con el ánimo de provocar un estallido.

El artista, Julio Lavallén, la escritora, Laura Haimovichi, el fotógrafo, Hugo Battistessa y el film maker, Aníbal Bosco, “intentarán -desde su lugar- expresar de forma tan genuina como les es posible”, la intensidad de una experiencia única e irrepetible, en donde cada uno asume su mirada y moldea el acto del otro en el estudio del pintor.

El libro, en su apertura, expresa el proceso de creación de los lienzos que duró hasta las campanadas de la medianoche, el desnudo de Laetitia y la “Forma frágil”, un inicio de ritual que Lavallén asumió a modo de guía y propuso a los artistas movimientos inesperados. La alianza entre pintor y modelo se tornó indestructible y, en este sentido, la creación fue para el grupo en ocasiones lúdica o incomprensible -siempre genuina-, donde debieron asumir su rincón artístico como trinchera.

El texto (y sus voces), escrito en fragmentos breves por Haimovichi, mixtura la forma poética con la reseña periodística, al que le suma lecturas recorridas acerca del cuerpo, del dolor, del amor: Roland Barthes, Fernando Noy, Jorge Luis Borges. Además explora la inminencia del movimiento y la captación del sudor en su cuestionamiento de belleza, desnudo y el lugar de la mujer. Ella escribe:

Una mancha en un lienzo es un lobo /  Hambriento, desesperado / O labios gruesos. Negros / Y rojos que sonríen anhelos.

La obra además de presentar imágenes fotográficas sobre la representación al óleo y textual, descifra la reacción artística y la selecciona: Lavallén logró pintar unos cien lienzos, mientras la escritora registraba las voces del grupo y la propia. Del centenar de lienzos se seleccionaron unas dieciocho pinturas y junto a la presentación del libro se montarán algunas de ellas en el espacio de restaurant y sala de arte, haciendo evocación al lugar donde pintor y la escritora se encontraron por primera vez.

El libro cuenta que Laura Haimovichi y Julio Lavallén se conocieron en un restaurante a través de un amigo en el Almacén secreto, un lugar para comer con galería de arte, a puerta cerrada. Sobre el mantel comenzaron a conversar sin siquiera anticipar la cocina de un libro que habrían de publicar un lustro después. Por ese entonces, la presentación iniciaba la amistad artística, por lo que unos meses después el pintor abrió la puerta de su estudio, convocó a Laetita, con quien ya había trabajado, y a la escritora para realizar una jornada. Haimovichi, por su parte, convocó al fotógrafo y al film maker y llevó adelante unos años después la producción del libro y su cuidado.

El día de la creación, el grupo trabajó durante horas, entre vinos y picadas en un registro que acabó en la composición de 64 páginas que combinan telas con escritura. En su page en Facebook, se resalta la especificidad del ejemplar: “A diferencia de otros libros de los autores, éste es el primero que realizan juntos, y es la huella profunda de 5 años de amistad, desde que se cuece la idea hasta que logran plasmarla en un formato que les permite compartirlo.”