La pelota no parará pese a las cifras records de contagios de coronavirus que vive el país a diario. En este caso, el fútbol no es una burbuja: hace semanas que distintos planteles sufren rebrotes de casos. La Asociación del Fútbol Argentino avisó este martes que los clubes deben volver a “Fase 1”, es decir a los cuidados que se tomaban en agosto pasado, cuando regresaron los entrenamientos presenciales después de cinco meses de virtualidad. 

Este jueves el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, admitió la situación se desbordó porque se produjo «un relajamiento» de las medidas de prevención contra el coronavirus en los clubes de fútbol y ratificó la intención de «no parar» la actividad, pese al avance de la segunda ola de la enfermedad en el país. El funcionario remarcó que el gobierno exigió «que se cumplan los protocolos» definidos el año pasado luego del largo receso tras decretarse la pandemia y acentuará el control de los asistentes a los estadios para que sólo ingrese el personal esencial de cada partido.

«No tenemos pensado para el fútbol pero sí pedimos que se cumplan los protocolos. En un plantel con 15 o 20 contagiados es evidente que no se cumplieron, sin dudas que hubo un relajamiento», entendió el ministro en diálogo con Radio 10. Sarmiento de Junín, Racing, Gimnasia y Esgrima La Plata, Banfield e Independiente fueron los equipos de la Liga Profesional de Fútbol que registraron en las últimas brotes de Covid-19. El caso del Rojo trajo un agravante: su entrenador Julio César Falcioni, 64 años, paciente oncológico, también fue alcanzado por el virus. En el fútbol de ascenso hubo contagios masivos en Mitre de Santiago del Estero, Ferro y Almagro, de la Primera Nacional, entre otros casos. «Si los protocolos se hubieran cumplido es imposible que esto haya sucedido», consideró Lammens.

Por esa razón, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) dispuso el regreso de las políticas de prevención correspondientes a la fase 1 de la pandemia y la realización de controles PCR sorpresa antes y después de los partidos. De esta forma, los jugadores deberán asistir a los clubes en sus propios autos particulares, llevarán su propia muda de ropa y quedará limitado el uso de los vestuarios. En los estadios, los días de partido, las autoridades pondrán especial atención para restringir el ingreso de los «allegados», una figura difusa que facilitó la presencia discrecional de socios e hinchas. «El control lo hacía cada una de las jurisdicciones. Lo que pedimos es que a la cancha vayan los que tienen que cumplir un rol», explicó Lammens. «La intención es restringir lo más posible la circulación. No queremos afectar la actividad económica, pero para eso las personas que no son esenciales en los eventos se tiene que quedar en sus casas. Si no es absolutamente necesario, no hay que ir a los estadios», concluyó.

La semana pasada ya la Dirección Nacional de Seguridad en Eventos Deportivos ya había realizado un pedido de informes a distintas jurisdicciones del país en las cuales se desarrollan encuentros futbolísticos para que brinden información sobre el acceso de personas a los estadios. La solicitud firmada por el director nacional Agustín García Puga requiere que se comunique a este organismo las medidas adoptadas a los fines de verificar el cumplimiento de los Protocolos Sanitarios y de la normativa vigente para las distintas competencias, en especial aquellas vinculadas al acceso de las delegaciones de los clubes participantes (jugadores, cuerpo técnico, dirigentes), medios de prensa oral, escrita y gráfica y demás personas que eventualmente pretendan ingresar a cada una de las zonas establecidas. Para este fin de semana se espera que los accesos se reduzcan drásticamente.