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El aislamiento siempre fue un enemigo complementario de las mujeres que sufren violencia de género. En época de coronavirus, una organización feminista de Rosario propuso que algunos de los hoteles vacíos o cerrados de la ciudad sean destinados a aquellas que no puedan atravesar la cuarentena sin poner en riesgo su vida. El “quédate en casa” no es igual para todas, advierten.

La Campaña por la Emergencia Nacional en Violencia Contra las Mujeres de Rosario lanzó un paquete de 14 propuestas “para evitar la violencia y la desigualdad de género durante la cuarentena”. El objetivo es que las mujeres se mantengan “conectadas y en permanente estado de alerta” aún en el actual contexto de aislamiento social, preventivo y obligatorio.

“La violencia de género nos ocupa siempre, pero en una situación en que la medida que ayuda para evitar más contagios es el aislamiento, lo primero que nos surgió dentro de las organizaciones feministas es qué hacemos con las mujeres que sufren violencia en sus hogares. Nosotras insistimos en que la mujer no se quede aislada, en la importancia de que tenga un entorno de contención. Siempre nos hemos ocupado de sacarlas de esos lugares de violencia para acompañarlas”, explica Nazarena Galantini, coordinadora de la Campaña.

Atentas al peligro que conlleva convivir con los agresores, y teniendo en cuenta que en Rosario solo existen dos refugios para mujeres que sumados no superan las 50 plazas, uno de los principales pedidos al municipio es la realización de un relevamiento de la disponibilidad hotelera para ponerlos al servicio de las víctimas.

“Los dos refugios –agrega Galantini– están llenos todo el año. Esta situación deja en evidencia un problema que ya existía, y que es la carencia de lugares para albergar a mujeres que sufren violencia. Teniendo en cuenta que los hoteles están cerrados o vacíos, pedimos que pongan a disposición esas camas. En este contexto, hay que tomar medidas excepcionales”.

En el mismo sentido, la Campaña exige “agilizar la exclusión del hogar para aquellas personas que han sido denunciadas por violencia de género”, destacando que, en un contexto de aislamiento, demorarse en esta medida puede significar un riesgo de vida real para la mujer.

Otras de las propuestas son mantener el funcionamiento de todos los Centros Territoriales de Denuncia (actualmente un gran número está cerrado) “porque una mujer que está en situación de peligro es muy difícil que se pueda movilizar hasta el centro o una comisaría de la mujer” y reclamar que las organizaciones de mujeres y feministas tengan representación en el flamante Comité de Crisis de Rosario, ya que “en una situación como la que estamos atravesando es importante contar con una perspectiva de género”).

Por último, Galantini destaca que “las que podemos, nos quedemos en casa respetando la cuarentena, pero sin dejar de estar comunicadas. Es importante estar alerta de los casos de violencia y de las medidas que se están tomando. Estos problemas se van a ir agudizando y tenemos que estar preparadas”.