Causas Comunes pretende ser un espacio para hacer converger demandas que se impulsan desde organizaciones, redes, activistas, intelectuales, y que pretenden sumar a las agendas de quienes se postulan en estas elecciones legislativas.
Para consolidar y darle fuerza a este espacio de reunión, el sábado pasado se organizó una hackaton en la Facultad de Derecho de la UBA. Se armaron grupos en torno a cada causa común, en los cuales se comenzó a delimitar los ejes y a aportar datos concretos que respalden las propuestas. “Queremos que les candidates asuman compromisos y por eso nos reunimos a elaborar cómo vamos a presentar nuestras demandas”, comunicaron desde la organización.
La mesa de Transparencia expuso que los grupos más silenciados, aquellos vulnerados o sin vinculación con el poder, no tienen información sobre cómo acceder a los funcionarios y/o proponer modificación de leyes, mientras que los grupos que sí ostentan el poder pueden hacerlo fácilmente. Expertos en el tema exigen desarticular esa desigualdad, por ejemplo, generando reuniones abiertas con los representantes para resolver una necesidad concreta de determinado grupo social. Algunos casos de actores sin acceso al poder y para quienes esta propuesta podría facilitarlo son las mujeres que sufren trombofilia durante sus embarazos, las personas sin techo, los afectados por agrotóxicos o los trabajadores de economías de plataforma.
La mesa de Género se concentró en los problemas que trae aparejada la falta de implementación de la ley de Educación Sexual Integral (ESI) a nivel nacional. Los datos hablan por sí solos: allí donde se aplica la ESI disminuye la tasa de embarazo adolescente.
En la mesa de Trabajo se debatió sobre las relaciones de dependencia encubiertas que habitan en la economía de plataformas (apps como Rappi, Glovo, UBER, AirBnB, entre otras). Frente a la tendencia hacia la precarización laboral, disfrazada de trabajo eventual, aparecen pocos recursos del Estado para regular estas nuevas formas de contratación laboral.
La mesa de Vivienda registró los problemas que enfrentan las familias para acceder a una casa digna. Los créditos UVA fracasaron. El mercado inmobiliario está desregulado. La vivienda es más un bien de cambio que un bien de uso y los salarios son insuficientes para garantizar el acceso de sectores medios y bajos; a la vez que el grueso de la construcción se orienta hacia viviendas de lujo.
En la mesa de Drogas se trató el conflicto en torno al prohibicionismo: la regulación vigente cumplió con el objetivo de garantizar el acceso a las opciones medicinales -como por ejemplo el aceite de cannabis o los opiáceos para uso médico- y tampoco se solucionaron los problemas vinculados a la violencia ni mermó el nivel de consumo. Más bien creció a niveles inéditos la producción de cocaína, cannabis y heroína. Por eso la propuesta giró en torno a considerar los antecedentes de otros países, como Canadá y Uruguay, para buscar una forma de regulación que termine con las distorsiones que genera el prohibicionismo: el crecimiento del mercado negro y la falta de atención a las adicciones.
Por último, la mesa de Ambiente dio cuenta de que la emergencia climática es también una problemática económica, afectando más que nada a los sectores más vulnerables. También señalaron que la inexistencia de controles y regulaciones en la aplicación de agroquímicos en las producciones agrícolas presentan un problema social sanitario y ambiental.
Hacia el final de la tarde, se acercaron a escuchar los resultados de cada mesa los candidatos Matías Lammens, del Frente de Todos; Dolores Martínez, de Juntos por el Cambio, y Alejandrina Barry, del Frente de Izquierda de los Trabajadores.
“En estos días vamos a procesar la información relevada y a publicar nuevo material sobre estas agendas”, finalizó el comunicado.
Se puede seguir al colectivo Causas Comunes a través de la página web causascomunes.org y en las redes sociales: @causas_comunes, en Twitter; @causascomunes, en Instagram; Causas Comunes, en Facebook.
Video resumen del encuentro:
