El Metro de Madrid, el de París y el U-Bahn berlinés son ejemplos de redes de transporte subterráneo administradas con éxito por el Estado. Paradójicamente, las empresas públicas que las operan son algunas de las apuntadas por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para una futura reprivatización del subte porteño, cuya deficiente concesión, en manos de Metrovías desde hace 23 años, finaliza en diciembre próximo.

Diputados del Frente para la Victoria ya presentaron en la Legislatura un proyecto de ley para que el subte pase a ser gestionado por el Estado a través de la empresa Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), una vez que caduque el actual contrato, pero se trata de una perspectiva que la gestión de Horacio Rodríguez Larreta descarta de plano. Por eso avanza contrarreloj en un proceso licitatorio que antes del primer trimestres de 2018 vuelva a delegar la explotación de la red en otro privado, o eventualmente en el mismo, por otros 15 años.

A mediados de mayo, el jefe de Gobierno visitó varias capitales europeas en el marco de una gira para atraer inversiones. Se reunió con la alcaldesa Anne Hidalgo en París, cuyo Métro opera la estatal Régie Autonome des Transports Parisiens (RATP). En Alemania mantuvo contactos con el Consorcio de Transporte de Berlín-Brandeburgo (VBB). Y en España, con viejos conocidos del Metro de Madrid, una relación que el macrismo viene cimentando desde hace años, a partir de la compra de los ya célebres CAF 5000 y CAF 6000, material rodante de segunda mano, considerado «chatarra» por los medios ibéricos, que llegó a la línea B porteña y que obligó a realizar onerosas adaptaciones en la infraestructura de andenes, vías y alimentación eléctrica, además de los 5 millones de euros que costó contratar una asesoría técnica del Metro madrileño. Aquellos coches obsoletos terminaron costando tanto como unidades 0 km.

Keolis, subsidiaria de la empresa nacional de ferrocarriles franceses (SNCF), es otras de las firmas con las que hubo contactos. Y en la danza de nombres también se menciona a Metro SA, que opera el subterráneo de Santiago de Chile, y la brasileña Invepar, que maneja el de Río de Janeiro. En cualquier caso, no pocos legisladores creen que se está vendiendo humo y que el número puesto para perpetuarse a cargo del subte es Metrovías, la empresa del Grupo Roggio, que lo administra –aunque no realiza las inversiones– desde que Carlos Menem decidió privatizarlo y que, tras el aumento de tarifas, recibe menos fondos en concepto de subsidio. Se rumorea que el titular de SBASE, Eduardo de Montmollin, ve con buenos ojos esta vía, y que es Franco Moccia, ministro de Transporte y Desarrollo Urbano, el que apunta a una gestión «europea».

«El objetivo primordial es elevar la calidad del servicio del subte en tanto elemento nuclear de la movilidad de todos los vecinos que transitan por nuestra Ciudad. Para ello, creemos necesario revertir el actual modelo de gestión privado y reemplazarlo por uno de tipo estatal», explica el diputado José Cruz Campagnoli (FpV). La iniciativa presentada por su bancada, que tiene el respaldo de los Metrodelegados, no solo propone la reestatización; también plantea modificar la composición del directorio de la empresa estatal, que pasaría a estar integrado por nueve miembros: cinco del Ejecutivo porteño, dos representantes de los trabajadores del subte, uno de los usuarios y uno designado por la Legislatura en representación de los bloques de oposición. Hoy son solo cuatro que designa discrecionalmente la Comuna.

No será sencillo para el oficialismo Pro el camino hacia una nueva licitación. La concesión de un servicio público por más de cinco años requiere de 40 votos en doble lectura para ser aprobado. A las 28 bancas propias, el PRO acaba de sumar las tres de Confianza Pública, el partido de Graciela Ocaña. El proyecto de licitación pública internacional por el subte se tramita precisamente en la Comisión de Obras y Servicios Públicos de la Legislatura, presidida por Diego García Vilas, uno de los laderos de la «Hormiguita». Sugestivamente, Maximiliano Ferraro y Paula Oliveto Lago, legisladores de la Coalición Cívica, fueron invitados por Larreta a su gira europea, y podrían sumar sus porotos.

El FpV podría tener un inédito apoyo transversal en su impulso a la reestatización. El bloque Suma+, que responde a Martín Lousteau, ya lanzado por fuera de las PASO de Cambiemos, trabaja en una propuesta similar. Hace dos semanas, la jefa de la bancada del ex embajador en EE UU, Inés Gorbea, presentó un pedido de informes para conocer todas las contrataciones realizadas por SBASE. Una movida que se inscribe en la compleja interna del partido de gobierno y para la que el subte acaso sea solo una moneda de cambio. «

Ampliación horaria hasta la madrugada

La Ciudad quiso sacar rédito de una supuesta extensión de los horarios de funcionamiento del subte, que no es tal: la franja solo se corrió media hora. La iniciativa que presentó el FpV, en línea con el espíritu de la ampliación horaria pedida desde la Defensoría del Pueblo, pretende llevar el servicio de 5 a 1:30 de la madrugada, los días hábiles, domingos y feriados, y de 5 a 3 los viernes, sábados y vísperas de feriados. Otro elemento central del proyecto es la mejora en la accesibilidad para personas con movilidad reducida.