En 38 días, desde las elecciones del 27 de octubre hasta el 4 de diciembre, día en que juraron los diputados, Cristina Fernández, Sergio Massa y Máximo Kirchner se ocuparon de construir dos megabloques para defender el inicio de la gestión de Alberto Fernández

Con 42 senadores y 120 diputados propios el Frente de Todos tendrá un andar tranquilo en el Congreso. En la Cámara Alta supera con holgura la mitad necesaria para garantizar el quórum; en Diputados quedó a sólo nueve bancas de la mayoría propia pero tendrá aliados disponibles para hacer funcionar el engranaje parlamentario.

En el Senado el peronismo siempre está al borde de la mayoría, pero sólo la alcanza cuando logra unificar su bloque. Y así será por lo menos en el comienzo de la gestión. La batalla más dura siempre es en Diputados donde se necesitan dos muy buenas elecciones consecutivas para construir una mayoría sólida. En este caso, la fuerza del nuevo gobierno y la voluntad de los gobernadores aparece como decisiva.

Al margen del poderío que ostentará el Frente de Todos en ambas Cámaras, desde Juntos por el Cambio aseguran que «dada la situación» acompañaran las primeras medidas que mande el Poder Ejecutivo. «La intención es no obstaculizar», repiten los referentes de un convulsionado Cambiemos mientras se balancean de uno y otro lado de su propia grieta.

En los números finos que manejará la diputada bonaerense Cristina Álvarez Rodríguez bajo la supervisión del jefe de bloque, Máximo Kirchner, y del presidente de la Cámara, Sergio Massa, la cuenta del Frente de Todos arranca, como ya se dijo, desde 120. Los nueve diputados restantes para conformar la mitad más uno de los voluntades de la Cámara Baja podrán llegar tanto desde el Interbloque Federal que conducirán Eduardo «Bali» Bucca o desde el interbloque que conducirá el mendocino José Luis Ramón.

El interbloque que contiene lo que queda de Consenso Federal y que conducirá Bucca ya anunció públicamente que aportará a la gobernabilidad. En ese contexto, y más allá de la presencia de Graciela Camaño que apuesta a ser una dura opositora, el interbloque Federal que cuenta con diez legisladores aparecerá como un aliado casi permanente. Por su parte, los bloques provinciales que se unificarán bajo el sello de Unidad Federal para el Desarrollo y que contiene a ocho diputados también tenderán al diálogo. Así las cosas, sin mucho esfuerzo y sin la necesidad de recurrir al apoyo de alguno de los sub bloques que convivirán en Juntos por el Cambio, le oficialismo está en condiciones de superar con amplitud los 129 diputados necesarios para garantizar el quórum.

Por lo pronto, Albero Fernández decidió no enviar el nuevo Presupuesto al Congreso de la Nación y prorrogará el vigente hasta el mes de marzo. Más allá de eso, la salida de Juan Cabandié hacia el Ministerio de Medio Ambiente hará que Carlos Heller regrese al Congreso y que, en este caso, presida la estratégica Comisión de Presupuesto.

Más allá de la postergación del envío de la ley de leyes en los pasillos del Congreso se preparan para afrontar un período de sesiones extraordinarias, sea desde mediados de diciembre hasta los primeros días de enero o en febrero. La redacción de las normas que crean el Consejo Económico y Social y el Consejo de Seguridad están en marcha así como también la ley de hidrocarburos, que le dará un nuevo marco legal a las inversiones en Vaca Muerta.

Lo cierto es que el andar y la fortaleza de los bloques se irá viendo a medida que transcurran las discusiones parlamentarias, pero los más experimentados estrategas que viven dentro del Parlamento advierten sobre el peligro de conformar un megabloque en lugar de un interbloque.

Es cierto, y así lo muestra la historia legislativa, que el bloque es una estructura muy rígida para contener una alianza electoral como la que conformó el Frente de Todos. La conformación de un interbloque permite más flexibilidad para evitar una ruptura. Desde ya que en poder es el eje ordenador, y más cuando se trata de un gobierno peronista. Por eso es más probable que el interbloque de Juntos por el Cambio, que está compuesto por sólo tres fuerzas, se fracture antes que el bloque del Frente de Todos, que está compuesto por 18 sellos distintos.

El objetivo a corto plazo del futuro oficialismo es incrementar el volumen en diputados a través de alianzas permanentes en el período que separa la asunción de Alberto Fernández el próximo martes del inicio de las sesiones ordinarias el 1 de marzo de 2020.

La foto de hoy comenzará a cambiar cuando juren los legisladores que reemplazan a los dirigentes que ocuparán cargos, ya sea en el Ejecutivo o en el servicio diplomático, y mutará hasta mediados marzo del año próximo.

Los cambios que propone Massa en Diputados

Sergio Massa se siente cómodo en su nuevo puesto. Es el Ejecutivo dentro del Poder Legislativo y, como se sabe, prefiere la gestión al trabajo parlamentario.

El flamante presidente de la Cámara Baja planea avanzar con algunas modificaciones reglamentarias. Su equipo ya trabaja en un resolución para que las Comisiones sean presididas en igual cantidad por varones y por mujeres. Además, avanzará en el desdoblamiento de la Comisión de la de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia, cuyos temas pasarán a ser tratados por las comisiones de la Mujer y la Diversidad, y la comisión de Familia y Niñez.

Por otra parte el equipo del exintendente de Tigre trabajará en la revisión de algunos artículos del reglamento para agilizar el trámite de las sesiones. Entre las modificaciones está la idea de que los temas principales sean discutidos en la apertura de las sesiones y se dejen para el final

las cuestiones de privilegio como los homenajes. Con respecto al cumplimiento de la sesiones informativas que protagonizará el futuro jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el presidente de Diputados trabajará sobre un acuerdo para que las preguntas de los diputados se acoten a cuatro o cinco tópicos generales.