Las grandes empresas despidieron más trabajadores en los primeros meses del gobierno macrista, a diferencia de las pequeñas y medianas que, pese a ser las más afectadas por la apertura a las importaciones y otras políticas oficiales, prácticamente mantuvieron sus planteles sin modificaciones.

Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) sobre datos de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT) del Ministerio de Trabajo de la Nación sostiene que el total de cubiertos por ART entre las empresas de hasta 100 empleados cayó de 3.849.154 en diciembre de 2015 a 3.836.356 en mayo de 2016 (último dato oficial disponible), lo que indica un impacto de 12.798 registros menos. En el mismo período, los cubiertos por ART entre las empresas con más de 1500 trabajadores cayeron de 3.500.154 a 3.405.939; un total de 94.215 trabajadores menos.

El informe señala -a partir de los datos- que las empresas chicas “han mantenido sus plantillas sin mayores modificaciones hasta el mes de abril”, mes en el que se produjo una caída modesta de 0,7 puntos porcentuales. La “ostensible contracara” mostró que las empresas con más de 1.500 empleados redujeron personal en forma ininterrumpida desde diciembre, con un recorte de 2,69 puntos porcentuales entre diciembre y mayo.

El director del CEPA, Hernán Letcher analizó la actitud de las grandes compañías especialmente en los primeros meses del gobierno macrista donde, consideró, la situación económica no justificaba la decisión de despedir personal: “lo interesante es observar que las empresas grandes se adelantan a la situación y despiden desde el inicio del mandato de (Mauricio) Macri. Y (a partir de ese momento) lo hacen todos los meses”, alertó.

En sentido contrario, Letcher comparó que las pymes siempre mostraron intenciones de sostener el empleo: “Quizás porque conocen al empleado y le tienen confianza intentan aguantar la crisis, probablemente ajustando sus márgenes de ganancia”. Lo paradójico, sumó el titular del CEPA, es que son las pymes las que más se han perjudicado con las tres principales decisiones del macrismo que afectan la producción: la apertura importadora, el tarifazo, la caída de salario real y los despidos que han deprimido el mercado interno. La politóloga Julia Strada, también integrante del CEPA, afirmó que las empresas aprovecharon la ola de despidos que tenía lugar en el sector público para ajustar sus plantillas de personal:  “Hubo una habilitación implícita del gobierno entre diciembre y abril».

El informe alerta que se observa un aumento de los despidos a medida que aumenta el tamaño de la empresa “ya sea en cantidad absoluta de despidos con en términos relativos”. Así, las grandes despidieron sin pausa a una tasa del 0,53% mensual acumulativa (las 94.215 desvinculaciones ya mencionadas), casi ocho veces más que las empresas con  menos de 100 empleados. “Ello da cuenta de una marcada disparidad en los comportamientos” de las firmas según su envergadura. 

Ese comportamiento, añadió el trabajo del CEPA, modificó la participación de las empresas en la generación de empleo según su tamaño. Así, las pymes “han aumentado casi 0,5% su participación sobre el total de 9.742.328 ocupados formales (el 80% de la PEA indicada por el Indec en el segundo trimestre del año), pero no ha sido un fenómeno explicado por el crecimiento generalizado del empleo pyme sino por su sostenimiento en el marco de la expulsión de trabajadores del empleo en otros segmentos de empresas”. En esa línea, las grandes redujeron su participación en el mismo nivel con una caída del 0,5% entre diciembre y mayo.