En el mundo cine nacional la guerra de Malvinas siempre aportó miradas diversas para comprender las trágicas consecuencias de tan terrible experiencia. De la nitidez de situaciones vividas durante los meses trágicos de 1982, un realizador indagó en sus propios recuerdos para ofrecernos otra mirada sobre un conflicto que atravesó al pueblo argentino de manera transversal.

Ni héroe ni traidor –la nueva película del director Nicolás Savignone que se estrenará este jueves– nos lleva velozmente a los días previos del comienzo de la guerra. En ese contexto encontramos a Matías (Juan Grandinetti),  un chico de 19 años al que se lo nota hambriento en una mesa familiar como producto de haber terminado recientemente el servicio militar obligatorio de aquellos años. Sueña con irse a España para seguir una carrera como músico, una opción que rechazan su novia y sus padres (caracterizados por Inés Estévez y Rafael Spregelburd).

Pero a Matías la llegada de la guerra no lo desestabiliza, ni siquiera cuando recibe la citación formal por parte del Ejército. Es más, planea presentarse junto a sus amigos del barrio que sienten que deben hacer patria y acudir al llamado sin cobardía alguna.  Al pasar los días, lentamente tomará conciencia que semejante guerra no le pertenece y que no se trata de ir a un lugar seguro dentro un marco bélico, sino más bien de no tomar parte de un conflicto legítimo en cuanto a derechos, por impulsado por una dictadura sangrienta que quiere eternizarse en el poder.

“Vivir un estreno como este me llena de gratificación, sobre todo por el director, que tuvo este proyecto y lo remó con muchísima convicción y calma también, de manera que ahora estemos tan cerca de ver el producto final habla de su eficacia. Oficialmente fui convocada en 2017, la película se hizo al año siguiente, después hubo un año de posproducción y finalmente llegamos a los cines en 2020”, aclara Inés Estévez.

Un proyecto como este, que desde la ficción se mete de lleno en los convulsionados días anteriores al inicio de la Guerra de Malvinas, representó para Estévez un factor más que grato en torno a su participación. Así lo siente: “Desde el lugar donde se la cuenta, la historia es más que interesante. Recuerdo que estaba en el secundario cuando comenzaron los hechos. Llegué un día al colegio, me dijeron que había una guerra y había que aprenderse un himno que parecía que había sido escrito minutos antes de iniciarse el conflicto. Pero el hecho es que todo esto se cuenta desde un lugar intimista, como una especie de testigo sigiloso de lo que acontece en el seno de una familia de clase media y sin muchos recuerdos cuando un hijo es convocado a una guerra. Era muy seductor para una actriz todo eso, así que en lo personal y profesional me pareció lo mejor. Es una película que habla del tema Malvinas sin la grandilocuencia de otras producciones que tocaron el tema desde el retrato y la exhibición de la guerra en sí misma. Me interesó eso, sobre todo porque sentí a la historia de manera muy nuclear, medular y constitutiva por cómo se la cuenta. Es una película humana e intimista”.

Inés Estévez interpreta a Claudia, una madre preocupada por la seguridad de su hijo y que lucha por hacerle entender las contradicciones que toda guerra impone, aun enfrentando a su marido y a su suegro, un nacionalista que peleó en la Guerra Civil Española.

“Me gustaba también la idea de encarnar a una mamá, que es algo que en aquella época yo no podría haber imaginado. En esos días no tenía conciencia de lo que podría pasarle a un chico convocado a una guerra. Hice en el pasado otras películas interpretando a madres, pero en esas propuestas la presencia de ellas no incidía en el relato central. En este caso supe enseguida de la importancia de la  madre que interpretaba en el film. Recuerdo haber hablado con el director y haberle dicho que me sentía muy asombrada por este tipo de personaje que me tocaba. Percibí enseguida que el rol de Claudia era muy importante por lo delineado que estaba en el guión, y sentí un apoyo grande para interpretar a esa madre de manera más contundente de lo que ya me imaginaba de antemano. En ciertas escenas el director tomó ciertas decisiones para que justamente la mamá a la que interpreto no pasase desapercibida y pudiese ser vista como una mujer de una presencia categórica”, señala la actriz.

A la hora de los recuerdos sobre aquellos días en los que transcurrió la guerra, Estévez tiene muy presentes los efectos sociales de lo ocurrido. “Yo soy de Dolores, en la provincia de Buenos Aires, pero me acuerdo que en ese entonces varios compañeros convocaron a manifestarse. Conocí a varios chicos que fueron a la guerra, y recuerdo el tema de las colectas que se hacían y que después nos enteramos que no llegaron. Alimentos varios, cadenitas de oro, toda una ayuda que nunca llegó al destino que todos querían. A todo eso lo recuerdo bien, sobre todo por lo tremendo que todavía me sigue pareciendo”, concluye. «


Ni héroe ni traidor

De Nicolás Savignone. Guión: Pío Longo, Francisco Grassi y Nicolás Savignone. Actúan: Juan Grandinetti, Inés Estévez, Rafael Spregelburd, Fabián Arenillas. Estreno: jueves 12 de marzo.


Música, actuación y docencia

La docencia, la actuación, la música. Sin contar su trabajo como mamá, esas son las actividades que se roban el tiempo de Inés Estévez.
“Hace 12 años que doy clases. Se trata de un método de interpretación que diseñe en base a mi experiencia profesional, una práctica que desarrollé durante estos años y que construí hasta alcanzar lo metódico. En términos cinematográficos voy a trabajar en una película de María Victoria Menis que se desarrollará este año, entre otras cosas. Pero más allá de eso, de mis actuaciones inclusive, también tengo las presentaciones con mi banda, ahora un quinteto, pero que venimos tocando jazz desde 2017, aunque arranque unos dos años antes. Durante este verano estuve investigando la variación del género, así que el próximo sábado próximo vamos a estar en el Torquato Tasso haciendo un show especial de bossa nova, boleros y que se sale de lo que hacemos habitualmente», revela la siempre inquieta Estévez.