Ante la grave situación que vivimos, con más de 300 evacuados y 1000 autoevacuados, cuatro barrios de la periferia bajo agua y familias enteras que lo han perdido todo, desde el Partido Comunista de Arroyo Seco hacemos un llamado de urgencia a las organizaciones populares para llevar adelante una gran campaña de solidaridad en todos los lugares para recolectar colchones, frazadas, ropa, calzados, productos de limpieza, agua mineral, pañales, leche en polvo y alimentos no perecederos para los ciudadanos afectados por el temporal.

Las inundaciones en el sur del litoral santafesino son un llamado a oponer resistencia al modelo agroindustrial de la mano del monocultivo extensivo con el costo social y ambiental que hoy padecemos.

Desde hace tiempo el Partido Comunista de la provincia de Santa Fe viene denunciando la falta de políticas del gobierno socialista en lo referido a obras hídricas, canalización de arroyos y drenajes pluviales, un reclamo histórico que revive cada vez que llueve más de 100 milímetros. Reclamo que se materializa en la calle, como demostraron los cortes de los últimos días en la ciudad de Rosario y que el “socialismo” no sólo ignora sino que legitima la política represiva del gobierno nacional con balas de gomas al pueblo que lo perdió todo. Pero entendemos que no es lo único por denunciar.

Existe un dato revelador que atenta contra las férreas posturas del sector empresarial sojero y político. El bosque nativo absorbe 300 milímetros de agua por hora. Una pastura convencional (donde hay ganado) 100 milímetros y un campo con soja apenas 30 milímetros por hora. El ascenso de las napas freáticas (acumulación de aguas subterráneas) en la región pampeana está íntimamente relacionado con la agresión al suelo y no tanto por lo que se recibe del cielo.

Después de muchos estudios realizados a suelos con cultivo de soja transgénica, se ha dictaminado que la napa de agua se encuentra a menos de un metro, cuando naturalmente se ubicaba a diez metros de la superficie. La explicación es muy sencilla: millones de hectáreas de pasturas y pastizales que consumían agua durante los doce meses del año fueron cambiadas por cultivos de sojas anuales. Los mismos consumen anualmente entre 500 y 800 milímetros de agua, cuando los parámetros normales oscilan entre 1500 y 2000.

El modelo agroexportador moviliza millones de dólares, este es uno de los bozales más importantes que se utiliza para sembrar falsas hipótesis con respecto al flagelo de las inundaciones, que no sólo responde a la falta de obras de infraestructura.

Montes nativos arrasados, migraciones internas, glifosato, monocultivo, transgénicos e inundaciones es el costo impuesto por un grupo minoritario agroexportador al pueblo entero para cuantías ganancias en dólares.

Por esta y otras vías, la desigualdad social, la pobreza y la explotación de los recursos naturales pueden prosperar dentro del sistema alimentario capitalista neoliberal actual, centrado en el lucro antes que en la producción sustentable de alimentos. Sin embargo, la soberanía alimentaria es una alternativa real y factible. No sólo para las comunidades agrícolas, sino que es una práctica que debe integrarse a un enfoque más amplio para el desarrollo de sistemas alimentarios sustentables.

Por ello consideramos que debemos formular metas comunes bajo una visión compartida con la cual podamos transformar nuestras sociedades.
Por último, queremos destacar y rescatar la invalorable tarea desempeñada por el camarada Martín Livolti, a cargo del área de Acción Social de la Municipalidad de Arroyo Seco, por el incansable trabajo desarrollado en la asistencia de los damnificados.