“Lo que agradezco a las cuatro es poner el cuerpo en la adversidad”. Con esta mención, Carlos “El Sueco” Lordkipanidse, exdetenido desaparecido, quien permaneció dos años y medio en la Escuela de Mecánica de la Armada, sintetizó gran parte del sentir de los presentes en el encuentro de las precandidatas del Frente de Izquierda y de los Trabajadores – Unidad, Myriam Bregman, María del Carmen Verdú, Alejandrina Barry y Liliana Mazea, todas con una extensa y prestigiosa trayectoria de lucha en defensa de los derechos humanos y contra el accionar represor del Estado en sus diversas caras.

En la sede de FATPREN, ubicada en Solís al 1100, en la jornada titulada “Candidatas contra la represión y la impunidad”, las cuatro, además de desgranar conceptos, también invitaron a los presentes, entre ellos ex detenidos desaparecidos, familiares de víctimas del gatillo fácil, militantes políticos y sociales, representantes de organismos de derechos humanos, docentes, entre otros, a sumar propuestas e ideas para sumar a las propuestas del FIT-Unidad contra la política represiva. Y plantearon, cada una, ejes directrices: el valor de la coherencia, que la defensa de los derechos humanos debe ser “independiente de los gobiernos” de turno, la importancia de que las políticas en materia de seguridad sean discutidas ahora por los diversos espacios que competirán en las elecciones, y no después de los comicios, la posibilidad creciente de que el accionar represor del Estado empeore en caso de que el actual oficialismo nacional resulte reelecto, así como los puntos oscuros de parte de la oposición en el mismo sentido.

Bregman, quien encabeza la lista como precandidata a diputada nacional por la Ciudad, planteó: “Somos conscientes de que no se viene una etapa fácil… Si gana la fórmula Macri – Pichetto, mamita”. Y en caso de ganar Fernández–Fernández, para la precandidata tampoco el escenario se plantea mejor, ya que, por ejemplo, asegura que a Sergio Massa, en relación a sus posicionamientos en materia de seguridad, “lo esconden”. Por eso, para la actual diputada porteña, “todos los candidatos tienen que salir a decir qué van a hacer” en seguridad, derechos humanos, protesta social. “La única manera de militar los derechos humanos tiene que ser necesariamente independiente de los gobiernos de turno, porque si no, no podés enjuiciar a Milani”, planteó.

María del Carmen Verdú, precandidata a diputada nacional marcó tres ejes de análisis. El primero, “la lucha por la memoria histórica y por el juicio y castigo a los responsables de la dictadura cívico-militar-eclesiástica”. El segundo, “la represión cotidiana en nuestros barrios” con casos de gatillo fácil, detenciones, torturas, persecución a migrantes, pueblos originarios, comunidades LGBT, entre otras expresiones del accionar represor y persecutorio del Estado. La tercera, la lucha “contra la criminalización de la protesta social y presos políticos”. Y señaló: “Venimos de un gobierno que tuvo una política de reivindicación del terrorismo de Estado y del genocidio”.

Liliana Mazea, precandidata a comunera por la Comuna 7, coincidió en que “los derechos humanos deben ser independientes del Estado”.

Posteriormente, los presentes hicieron sus aportes para la construcción de las propuestas. Algunos de ellas fueron: crear un cupo laboral trans, la defensa de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, que “el gatillo fácil no sea legal”, separación del Estado y la Iglesia, no olvidar a los pueblos originarios y en ese marco, especialmente no olvidar el caso de Rafael Nahuel “asesinado por la espalda”.