YPF aumentará sus combustibles en un 15% de acá a mayo. El aumento será a nivel nacional y se le agregará la suba de impuestos por tres puntos porcentuales.

Llamó la atención el escenario del anuncio: una videoconferencia de las autoridades de la petrolera -Pablo González y Sergio Affronti- con los gobernadores donde YPF está establecida. Los ejecutivos de YPF estaban acompañados por el ministro de Producción, Matías Kulfas, y el secretario de Energía, Darío Martínez.

El respaldo oficial a este naftazo vino acompañado de una explicación que le hace un flaco favor a la empresa: financiar sus inversiones con la plata que sale del bolsillo de sus clientes. YPF viene de rengociar con éxito una parte de sus deudas en moneda dura. El resultado fue saludado por las calificadoras de riesgo. Moody’s dijo que era «positivo». Sin embargo, la falta de un plan financiero de cara al exterior indica que los mercados externos están cerrados para la principal empresa nacional.

Respecto del plan de inversiones, que algunos medios calificaron de «ambicioso», por U$S 2700 millones; está por debajo de lo invertido en 2018. En 2019, un año de retrocesos cuyo impacto se sintió en 2020 y después también, cayeron la inversión y la producción de petróleo y gas.

Está por verse el resultado final de esta movida. Seguramente empujará los precios hacia arriba. Ya en febrero, el Indec alertó que el rubro Transporte fue el segundo con más alza por la suba de los combustibles.