Cada tanto, alguien tiene la necesidad de poner a funcionar el «peronómetro». En el reciente 17 de Octubre –¿qué hizo de ese día un día peronista?– en tres actos conmemorativos se pelearon una vez más por la marca registrada y cascotearon nuevamente el concepto de unidad.

Escuchada por primera vez, y para siempre, en octubre de 1945, ¿qué es hoy esa palabra –palabrota para tantos que la aborrecen– que carga con 73 años historia? Y una pregunta más: ¿cuál es su significado, 44 años después de la muerte del hombre que le otorgó sentido y entidad?

La respuesta es tan sencilla como estremecedora. Esa palabra es, ni más ni menos, todas las muchas cosas que el peronismo consiguió ser, representar y espiritualizar.

Peronismo, justicialismo, neoperonismo, laborismo, peronismo combativo, menemismo, vandorismo, opooficialismo, peronismo federal o como registró Horacio Verbitsky, peornismo.

Ni yanquis ni marxistas: peronistas, el Tío al gobierno, Perón al poder, primer trabajador, segundo plan quinquenal, unidad básica, cinco por uno no va a quedar ninguno, tercer movimiento histórico, kirchnerismo, las 20 verdades. Y las mil posverdades que llegaron después.

La nueva Argentina, patria justa, libre y soberana, grasitas, descamisados, compañeros y compañeras, todas y todos, para un peronista no hay nada mejor que otro peronista, los únicos privilegiados son los niños, queridos trabajadores de mi pueblo, de casa al trabajo y del trabajo a casa. Pero ¿qué trabajo si cada vez escasea más? Los muchachos peronistas todos unidos triunfaremos combatiendo el capital. ¿Cómo haremos para derrotarlo mientras se paguen tasas de 74 por ciento de interés?

Perucas, peronios, piruchos, cabecitas, laburantes, la vida por Perón, Perón Perón qué grande sos, Perón cumple, Perón Evita la patria socialista, Perón Evita la patria peronista, peronismo sin Perón, las patas en la fuente, si este no es el pueblo el pueblo dónde está. Eso, ¿dónde está?

El general, el Pocho, el líder, el tirano prófugo, mañana San Perón, el expresidente depuesto, el Viejo, estadista, dictador, luche y vuelve, no le da el cuero para volver, muera Perón, viva Perón. ¿Perón vive en la ex Cangallo?

Peronismo o unión democrática, Braden o Perón, Perón o muerte, liberación o dependencia, unidos o dominados, peronismo de derecha o peronismo de centro o peronismo de izquierda, ohhhhh.

Peronismo, el hecho maldito del país burgués, no es un partido es un movimiento, los peronistas no son ni buenos ni malos: son incorregibles. Dicen que los peronistas siempre nos peleamos: somos como los gatos en el tejado, cuando gritan es que se están reproduciendo. ¿Yo?, peronista, qué otra cosa voy a hacer si nunca me metí en política. Dos potencias se saludan, General. Qué pasa, qué pasa general que está lleno de gorilas el gobierno popular. ¿Qué pasa, eh?

Hoy es un día peronista, los días argentinos más felices fueron días peronistas, el peronismo vuelve a enamorar, vamos a volver. En la vida hay amores que nunca pueden olvidarse (bolero ¿peronista?). «