Según lo anunció Amnistía Internacional, el gobierno de los Estados Unidos aceptó la inmediata liberación de 15 presos que actualmente se encuentran en la cárcel militar de Guantánamo, en Cuba, una prisión tristemente célebre, abierta en la zona de la base naval que los estadounidenses mantienen en territorio cubano. Hoy por hoy, en esa prisión, se mantienen 76 presos de “alta peligrosidad”, según las normas establecidas por los propios estadounidenses.

Por lo que, si se confirma esta liberación, quedarán 61 presos, y será un paso clave en el proceso que prometió iniciar en el 2009, el presidente Barack Obama, en el sentido de cerrar definitivamente ese muy controversial centro de detención de “alta seguridad”. El Pentágono, que muchas veces dio señalas contradictorias respecto de ese proceso, no ha confirmado por el momento esa información.

La prisión fue consolidada luego de los episodios del 11 de septiembre de 2001 y los atentados a las torres gemelas de Nueva York y otros puntos de poder los Estados Unidos en su propio territorio. El entonces presidente George W. Bush, justificó esa medida argumentando que serviría para recluir a los prisioneros de la «guerra contra el terrorismo».

La cárcel está dentro del perímetro de la Base Naval de la Bahía de Guantánamo que, a su vez, quedó establecida en tierra cubana, en una zona en litigio desde 1898 cuando Estados Unidos ocupó militarmente la isla tras derrotar a España. La mayoría de los presos actuales de Guantánamo fueron detenidos por las fuerzas armadas estadounidenses en Afganistán durante la invasión que siguió a los episodios de setiembre de 2001.

Guantánamo es sólo una parte del sistema de campos de detención que mantiene Estados Unidos fuera de su propia frontera: los hay también, por caso, en Irak y en Afganistán.