Damiana Negrín Barcellos salió de su trabajo el jueves por la tarde, un día de furia y represión en la Ciudad de Buenos Aires, y antes de llegar a su hogar en la zona de Congreso, quiso sacar unas fotos. Nada la hacía suponer que corría un riesgo pese a la particularidad de la jornada. Luego de pasar la noche detenida, la joven fue liberada esta tarde.

Los tiros se escuchaban cada vez más cerca y la joven, vestida de blanco, apresuró el paso para llegar rápido a su casa, a un par de cuadras, pero tropezó en la calle y no vio que detrás suyo se le acercaban 50 gendarmes.

Las fuerzas de seguridad la tomaron con mucha violencia y pese a sus gritos desesperados, la metieron dentro del camión para llevarla detenida.

«Me agarraron. Me golpearon. Me tiraron contra una camioneta. Me manosearon. No se lo recomiendo a nadie. Yo estaba a cuatro cuadras de mi casa. Salí de laburar: estaba volviendo a mi casa, loco. No tenía nada que ver», contó Damiana tras ser liberada.

«Agradezco que se muevan. No me gustaría estar en esta situación. No se la recomiendo a nadie. Es horrible. Yo no hice nada. Nadie hizo nada», agregó.

“Solo vi el video una sola vez, me dio mucha bronca la impunidad con que se maneja esta gente. Ella no tiene antecedentes, por lo tanto es ilegal que siga detenida”, le contó su hermano Conrado al canal C5N.

Damiana no está sola en la Unidad Especial de Investigaciones de Gendarmería, donde pasó la noche. Allí también hay otros 14 detenidos: “hay indigentes y hasta vendedores ambulantes, todos golpeados, con moretones y raspaduras”, agregó Conrado.