Desde su aparición en Músicos Independientes Asociados (M.I.A.) en la segunda mitad de los 70, Lito Vitale desarrolló una importante carrera con una infinidad de proyectos que lo ubicaron en un lugar privilegiado dentro de la música popular argentina.

Trabajos solistas, en dúos, tríos, cuartetos, una trayectoria como productor y director musical de diversos proyectos, más de treinta discos publicados y gran cantidad de distinciones forman parte de su historia, la que no puede separarse de la de sus padres, Rubens “Donvi” Vitale y Esther Soto, incansables generadores de ideas, y su hermana, la cantante, compositora y docente Liliana.

Pero en su trayectoria hay un punto de inflexión, que es la publicación del segundo disco del Lito Vitale Cuarteto, “Ese amigo del alma”, de cuya aparición se cumplen treinta años. Esta placa lo llevó al reconocimiento masivo del que sigue gozando.

Para celebrar las tres décadas de la aparición del disco, se presentará este viernes 22 en la Sala Sinfónica del Centro Cultural Kirchner junto a la orquesta Juan de Dios Filibertodirigida por Luis Gorelik, al frente de su quinteto, integrado por Juan Pablo Rufino en bajo, Víctor Carrión en vientos, Martín González Puig en batería y Mariano Delgado en guitarra.

“Tenía muchas ganas de volver a tocar música instrumental de mi autoría. Hace dos años me propuse hacer una celebración cuando se cumplieran los treinta años de la aparición del disco “Ese amigo del alma”. La idea también fue darle un valor agregado, por este motivo es que se me ocurrió llevarla a cabo con arreglos para orquesta. En los últimos años estuve involucrado en infinidad de proyectos de todo tipo, lo que me dio grandes satisfacciones. Recrear este disco me dio el pie, ya que fue un trabajo muy importante y emblemático en mi carrera.”, comenta el músico.

Y agrega: “No haremos solamente el concierto en el CCK, sino  que éste forma parte de un ciclo que se extenderá todo el año. Este mismo espectáculo lo llevaremos a cabo con varias orquestas provinciales. Ya tuvimos la oportunidad de tocar en Corrientes y luego seguiremos en Mendoza, San Juan, Chaco, Nuequén, Mar del Plata, San Nicolás, Córdoba, Tucumán y Rosario”.

– ¿Esta reformulación del cuarteto, ahora transformado en quinteto, tiene que ver con una vuelta a los formatos que frecuentaste en otros momentos, como el del trío con Delgado y Carrión con el que te presentaste últimamente?

– Es así, pero en ese caso tenía que ver con un aspecto específicamente musical y no con un aniversario como ocurre en esta oportunidad. Con el trío retomé la experiencia del trabajo compartiendo la música con dos integrantes jóvenes, con los que logré recrear el espíritu que teníamos con el trío de principio de los ochenta (Lucho González en guitarra y Bernardo Baraj en vientos). Este proyecto es, desde ya, mucho más importante.

– ¿“Ese amigo del alma” te posibilitó ganar un público nuevo en Europa?

– Hubo una muy buena recepción de este disco específicamente en España. También nos abrió puertas en París y algunas ciudades de Alemania. Pero fue en España donde tuvimos la mayor repercusión. Toda la trayectoria del cuarteto, hasta incluso el quinto y último disco, “La cruz del sur” estuvo signada por varias giras y presentaciones en ese país. Posteriormente empecé a trabajar en el dúo con Juan Carlos Bagliettoque tenía un color más localista.

– El cuarteto impuso en nuestro país un paradigma de música instrumental que hasta ese momento no conseguía ser popular o masivo.

– Surgió en un momento en el que había una tendencia a la música instrumental medio “soft”. Es un estilo que también adoptaron muchos músicos de jazz ya que les permitía una mayor convocatoria de público. Fue un período muy particular que coincidió con un momento de mucho trabajo en el aspecto creativo de mi música. Y creo que lo que distinguía la música que hacíamos es que apelábamos a patrones musicales que provenían de distintas regiones sonoras de la Argentina. El comienzo fue duro, porque fue la transición del trío, que era muy exitoso, al cuarteto. Y el trío había cosechado mucho predicamento entre el público. Por eso es que nos costó un poco ganar a la gente pero, a partir de este que fue nuestro segundo disco y gracias a las múltiples presentaciones y un mayor entrelazamiento entre los integrantes, conseguimos afianzar nuestro trabajo y ganar el favor de la gente.

– Esto se debió además a que el trío Vitale-Baraj- González estaba muy identificado con la primavera democrática y la necesidad de encontrarse para celebrar

– Hay mucho de cierto en esto. La gente estaba muy identificada con el trío. Había como una militancia por nuestro trabajo. Yo anuncié que abandonaba el proyecto después del concierto que hicimos en el Luna Park, en noviembre de 1986, y la noticia cayó como una bomba entre nuestros seguidores. Hicimos la gira del verano del 87 y en marzo ya estábamos ensayando con la nueva formación.

– ¿Crees que ambos proyectos generaron una manera diferente de hacer música popular en nuestro país?

– Pienso que en cierto modo tanto el trío como el cuarteto sirvieron de inspiración para que muchos músicos, en especial jóvenes, siguieran esa línea para encarar obras de folklore o tango con miradas personales e innovadoras. De todas maneras, en nuestro cuarteto, si bien lo que hacíamos era música instrumental, no había tantos solos e improvisaciones, que era algo que sí ocurría en la dinámica del trío con Lucho y Bernardo. Era una música muy estructurada, más en la línea de músicos como Diego Schissi en la actualidad.

– ¿Costó hacer la adaptación de la música para un formato orquestal?

– El sonido que siempre tuve en la cabeza era netamente orquestal, y que ahora tengamos la posibilidad de ampliar el rango de nuestra música en estos conciertos cierra la idea que siempre tuve. La experiencia que tuvimos en nuestra primera presentación en Corrientes (el 7 de abril en la apertura del renovado Teatro Vera junto a la Orquesta Sinfónica de la provincia dirigida por Andrea Fusco) sienta un precedente que nos entusiasmó para las siguientes actuaciones. Los arreglos son míos y están orquestados por Javier Mareco que es la persona que colabora conmigo con todo lo que tiene que ver con las partituras y, por ejemplo, el cuidado de los registrosde los arreglos para la orquesta. Con él trabajamos desde hace mucho tiempo. Esta es la primera vez que trabajo con Luis Gorelik, pero enseguida tuvimos una muy buena comunicación, la que sin dudas se verá plasmada en el concierto del viernes.

– ¿Habrá músicos invitados en el concierto del viernes?

– La formación original de cuarteto se convirtió en quinteto ya que sumamos a Mariano Delgado en guitarra, la que hace aportes fundamentalmente en el área armónica. Trabajo con él hace mucho tiempo En el concierto del CCK participarán como invitados Marcelo Torres en bajo y Christian Judurcha en batería, que fueron integrantes originales de la banda, y mi hermana Liliana. Esta celebración contempla también la grabación de un disco en vivo. Pero lo vamos a registrar en el concierto que daremos el 4 de agosto en San Juan, con lo cual calculo que el CD puede llegar a estar listo para salir para el concierto final, que será el sábado 15 de diciembre junto a la orquesta sinfónica de Rosario en el Monumento a la bandera.

– ¿Qué recepción tuvo el proyecto en las orquestas con las que vas a tocar?

– Si bien la situación que estamos pasando es difícil, tuvimos muy buena recepción de parte de las orquestas y directores. Además, todos los directores son de mi edad y conocen mi música, así que hay una empatía especial con el proyecto. Las orquestas del interior del país suelen interpretar repertorio ya establecido o trabajar con solistas importantes. En mi caso me encuentro en un lugar diferente, ya que yo también formo parte del sector de los músicos y se tocará mi música pero también con nosotros como partícipes del concierto.

– Es inevitable mencionar la labor de Esther Soto y Donvi y las enseñanzas y el importante legado que dejaron.

– Tuve la fortuna de haber recorrido muchas veces todo el país. Y en cada lugar al que llego, siempre mencionan a mis viejos. Nosotros nos ocupamos de tocar, ya sea con el trío, el cuarteto o con Baglietto. Pero ellos recorrían la ciudad, conocían gente, se interesaban por visitar los rincones de cada calle, cada lugar, se relacionaban con instituciones… Y es conmovedor descubrir que ese recuerdo quedó grabado en cada lugar de la Argentina por donde tuvimos la suerte de pasar.