El martes próximo, al conmemorarse otro día de la bandera, Cristina Fernández reaparecerá en un acto ante decenas de miles de personas. El objetivo ya se sabe: lanzar su candidatura a senadora nacional e iniciar el camino de la coalición electoral que debutará en estas elecciones legislativas, que muy probablemente se llamará Unidad Ciudadana –falta que se resuelva una controversia legal-. El anfitrión del acto en el estadio de Arsenal, en el barrio de Sarandí, municipio de Avellaneda, será Jorge Ferraresi. El mismo intendente que desde hace meses fue asumiendo un rol de mucha confianza con CFK en la tarea de articulación y organización del peronismo mayoritario y el kirchnerismo frente al debate interno, primero, y la puja general en las urnas, después.

En esta entrevista con Tiempo, Ferraresi ratifica que la ex presidenta lanzará su candidatura el 20 de junio y, además, adelanta detalles de una jornada que impactará muy fuerte en el sistema político argentino: el acto está previsto para las 14, los asistentes portarán exclusivamente banderas argentinas. Sobre la boleta del nuevo frente kirchnerista, el intendente de Avellaneda también aporta algunas sorpresas: la boleta que los ciudadanos se encontrarán en el cuarto oscuro será azul, tendrá la foto y el nombre y apellido de CFK, pero también los rostros de Perón y Evita (no así el escudo justicialista).

“Ya sabemos lo que va a suceder el martes. Va a ser contundente”, anticipa Ferraresi. “Se viene una épica de gente poniendo fotocopias con letra escrita a mano, mesas en la puerta de sus casas, con tres vecinos en una plaza y que dan el debate. Me imagino una situación así. Un ejército popular de gente que se va a ofrecer para la campaña, para cuidar el voto para Cristina”, vaticina el jefe comunal de Avellaneda

-¿Por qué en Arsenal?

-Y, porque está en Avellaneda… Es para empezar. Para arrancar.

-¿Cristina va a ser la única oradora?

-Sí. Es la única oradora. 

-¿Y cómo está diseñado el acto?

-Será a las 2 de la tarde. Esperamos el reencuentro. Un reencuentro más de Cristina con su gente. Y va a ser como todos los actos de Cristina. Mucha gente que viene sola, muchísima. Más, después, los que estamos en distintas organizaciones políticas. La convocatoria es sin banderas. Lo único que va a haber son banderas argentinas. Justamente, tiene que ver con que ese día se festeja el día de la bandera en tiempos en que tanto se mancillan los valores y este tipo de cuestiones. Vamos a poner a la bandera como un eje central. Y, después, esperaremos otro de los grandes discursos de Cristina, con su dialéctica, su conocimiento y su visión, que es más profunda del resto de los que hacemos política todos los días.

-Surgió un problema con la denominación de la coalición electoral, Unidad Ciudadana, que fue recurrida por una agrupación municipal de La Plata.

-Yo creo que se va a resolver. Además, creo que quien tiene el nombre en La Plata tiene la vocación de resolverlo, no lo vi con ninguna intencionalidad de hacer nada en contra, así que yo creo que ese va a ser el nombre y que la Justicia lo va a resolver. Igualmente, el nombre me parece lo de menos. Lo que importa es el contenido. Lo que importan son los candidatos que van a defender ese contenido, los que van a asumir el compromiso social que deben tener con la sociedad: la vuelta de los dos dígitos en materia de desocupación, el tema de la inseguridad que no se resuelve, el tema de la ausencia de la gobernadora en todos los temas que tienen que ver con la provincia de Buenos Aires, que la Argentina se siga endeudando, ponerle un freno a la segunda etapa del ajuste que ya está anunciado, todo un paquete de medidas que se están insinuando y sobre el que esta vez no vamos a poder adjudicarlo a una supuesta ‘campaña del miedo’.

-Hay sectores del peronismo que en los últimos años votaron al kirchnerismo que todavía dudan de que la estrategia adoptada. Incluso advierten que promueve el divisionismo y va a resultar funcional a Cambiemos. ¿Qué opina?

-Me parece que es una preocupación para unos pocos el tema de cómo nos vamos a llamar en la elección. Lo importante es lo que vamos a decir. Hay que hablar de las cosas que le pasan a la gente. Y creo que hay que darle una vuelta de página a lo que se decidió. Ya está. Lo que se decidió se decidió. Y sobre el resto, después la realidad lo determinará: lo importante es que se generen propuestas de oposición. Que los que saquen votos, de distintos lugares, sumen diputados y senadores que vayan a ponerle un freno al neoliberalismo. La verdad, desde el punto de vista de la conveniencia electoral, termina siendo más conveniente ir así: porque si nosotros íbamos todos juntos en unas primarias, luego del resultado de las PASO eliminábamos al que salía segundo. Ahora tiene la chance de ir directamente a la general. Y yendo a la otra probablemente puedan poner dos diputados, tres, cuatro o cinco. Podrán poner concejales. Varios en distintos municipios. Podrán poner diputados y senadores provinciales. Y ojalá que, después del resultado electoral, con las cosas que vayamos construyendo en este camino, después nos encuentre juntos en el Congreso reunificando el bloque.

-A la hora de encontrarse con las boletas en el cuarto oscuro, ¿la de Unidad Ciudadana no va a tener el escudo del PJ pero puede ser que sí las caras de Perón y Evita y el color azul?

-No soy un especialista en ese tema pero creo que sí, que se van a poder usar los símbolos del partido y el color azul. Pero lo más importante es que el votante, al entrar al cuarto oscuro, es que se va a encontrar con Cristina. Eso es lo más contundente.

¿Puede haber riesgos a la hora de fiscalizar, de cuidar el voto de la lista de Cristina, en las escuelas de la provincia de Buenos Aires? Recordemos que el nuevo juez electoral de la provincia, Juan Manuel Culotta, tiene buenos vínculos con el macrismo.

-No creo, porque la mayoría de los intendentes están en este lugar. También hay organizaciones gremiales. Y gente común. Como va a suceder el día martes, que más de la mitad de los asistentes va a ser gente que viene sola. Mucha de esa gente se ofrecerá para generar esta situación de defensa del voto siendo fiscales. Yo no veo ningún riesgo al respecto. Por el contrario, me imagino una épica parecida a la segunda vuelta de la elección anterior, con mucha participación espontánea en la campaña y en la elección.

-El abogado de Cristina, Gregorio Dalbón, tuvo un episodio de violencia en un taxi. El taxista lo agredió por ser el abogado de Cristina. ¿Es probable que en la campaña se intenten generar situaciones de provocación, de violencia?

-Ya lo generaron. Fíjese que hoy es el aniversario del bombardeo a la Plaza de Mayo. Capaz que ahí empezó la grieta. Y el odio se guardó un determinado tiempo pero siempre resurge. La verdad es que a Cristina la cuida la gente. Este no va a ser un acto en el que haya que inventar nada, que haya que poner algún esfuerzo. La relación de ella con la gente es contundente. Y va a ser de la misma manera en Arsenal. No va a haber ningún cuidado en especial. A Cristina la cuida la gente. Cristina puede ir por cualquier lado y la gente la cuida. Ese tipo de cuestiones aisladas seguramente existen, se profundizarán, pero, la verdad, no nos preocupa demasiado esa cuestión. Lo que sí, evidentemente, la propuesta de Cristina, de hablar de lo que pasa todos los días, de ya llegamos nuevamente a los dos dígitos de desocupación con el tema de los despidos, algo que nos había costado muchísimo bajarlo, el tema de la seguridad, que está desmadrado y que cuando se complica lo social, con la pérdida de los puestos de trabajo, se va complicando todo. La gobernadora, mientras tanto, está ausente totalmente.

-Sobre ese tema puntual de la inseguridad. ¿Hay zonas liberadas en la provincia de Buenos Aires y con eso se generan situaciones de extorsión en la política?

-Yo no creería que sea así. En la provincia de Buenos Aires mueren tres vecinos por día en cuestiones de inseguridad. ¿Está? Todos los días. Tres. Pero en los medios salen publicadas las noticias únicamente que suceden en los municipios nuestros (por los que gobierna el peronismo y el FpV). Lo que sí hay es una cobertura mediática de dónde pasan las cuestiones de inseguridad, que son comunes a toda la provincia. No hay un lugar seguro o inseguro. Hay una falta de política, una ausencia del Estado, una ausencia de dirección, porque antes había una dirección con respecto a la creación y al fortalecimiento de las Policías Locales, a la descentralización de la conducción de la policía en función de los intendentes, pero eso se desaceleró. Este año nosotros no tuvimos inscripción de policías locales. Yo, en particular, en Avellaneda, tengo 103 policías menos en 2016. Los mandaron a otros municipios. Porque todas las policías son de la provincia: también la Policía Local. Y salió por decreto, nunca se concretó por ley. Y, la verdad, es que nosotros, los intendentes, tenemos una jefatura virtual, porque los salarios se los paga la provincia. Yo, por ejemplo, tengo 540 policías locales que hoy están trabajando en forma horizontal: no hay jefaturas, no hay capacitación, no hay absolutamente nada. Pero hay una desigualdad en materia de seguridad muy evidente. Basta con analizarlo: la ciudad de Buenos Aires tiene 830 efectivos cada 100 mil habitantes; los municipios del conurbano, en cambio, tienen 290 efectivos cada 100 mil habitantes. Después uno la ve a la gobernadora festejando la inauguración de que la ciudad de Buenos Aires está blindada: vos, por cualquier lugar que entrás, tenés los pórticos con lectura de patentes. ¿Pero festejar qué? Porque con la transferencia de todos los recursos de la Policía Federal a la ciudad fue una acción del gobierno nacional. La provincia de Buenos Aires, sin embargo, sigue ausente.