Si había una manera de espantar el eco de los silbidos de la semana pasada en el Cilindro, Racing la encontró en Liniers este sábado. En 45 minutos, lo que tardó en terminar de caer el sol, le trasladó los fantasmas a Vélez, casi como si con los tres goles –el 3-0 final- le inoculara el mal a su rival. No son situaciones comparables: Vélez ya perdió tres partidos de los cuatro que jugó en el torneo; es un equipo gris y desangelado, sin juego. Racing lo demolió en el primer tiempo y todo se acabó.

¿Qué cambió desde la última foto de Racing, con el empate descolorido ante Defensa y Justicia, hasta esta en la que dominó a Velez? En principio, un jugador: Lisandro López. La categoría del delantero le hace tener un plus sobre el resto. Su pase deslizante a Marcos Acuña en el primer gol de Racing lo tuvo todo: un pase no es sólo dar la pelota, sino cada detalle que compone ese movimiento, como la espera previa, el tempo justo, y la precisión del toque. Después, se encargó Acuña de definir. Y lo hizo bien.

Acuña es la otra explicación de Racing. Aunque no es nueva. Viene de un permanente crecimiento desde 2014, cuando fue una de los jugadores clave del equipo campeón. Su capacidad para sostener la pelota –a veces parece imposible que se la roben-, su enorme despliegue y la búsqueda constante de socios para el juego lo hace un jugador imprescindible. De los siete goles que tiene Racing en el torneo, participó en todos, sea como ejecutor o autor intelectual: hizo cuatro, sirvió tres. Su segundo gol a Vélez -el segundo también de Racing- es un unipersonal rodeado de rivales que, más que marcarlo, lo miraban. Al rato, Acuña hizo otra vez su gracia: metió un pase sobre la cabeza de la última línea de Vélez –que se quedó pidiendo posición adelantada- y Lisandro completó la obra con un sombrerito a Alan Aguerre y un segundo toque de cabeza para el gol.

El dominio de Racing era absoluto. No pasó sobresaltos ni atrás, ni el medio, donde Diego González tuvo una buena presentación repartiéndose la cancha con Luciano Aued. Lo mismo para Danilo Ortíz haciendo dupla central con Nicolás Sánchez. El cambio de algunos nombres puede ser la principal razón. Lo que propuso Ricardo Zielinski, en cambio, no es diferente a lo que había propuesto contra Defensa y Justicia. Transiciones rápidas, búsqueda de la segunda jugada, apuesta a la velocidad de Acuña. Todavía no conecta con el equipo Oscar Romero. Pero a diferencia del encuentro en Avellaneda, cuando con el 1-0 a favor sacó un delantero para poner un volante de marca, esta vez el técnico no frenó al equipo.

Aun cuando en el segundo tiempo tuvo otra intensidad. Vélez mostró una tímida reacción. Fue eso: tímida. El equipo de Christian Bassedas no tuvo ideas, no tuvo juego y transitó el partido como si estuviera mareado. Por momentos, parecía moverse a una velocidad abajo respecto a Racing, como en una especie de slow motion grotesca. Racing presionaba arriba y obligaba a Vélez a equivocarse. Un travesaño –después de un tiro libre- le impidió a Gustavo Bou hacer el cuarto. Pero ya no había partido. Ya se jugaba a otra cosa. Hasta Vélez quería terminarlo.

Más temprano, Newell’s superó 3-1 a Atlético de Tucumán con dos goles de Ignacio Scocco y uno de Mauro Formica. Cristian Menéndez descontó para el Decano. Además, juegan Atlético de Rafaela frente a Rosario Central y Huracán recibe a Sarmiento.

Resultados de la 5º fecha:

> Olimpo 3-Godoy Cruz 0
> Newell’s 3-Atlético Tucumán 1
> Atlético de Rafaela 0-Rosario Central 0