La mayoría de los actores aseguran que siempre están en busca del personaje perfecto. No es el caso de Betiana Blum. Ella explica que espera que el destino proponga y después dispone qué es lo que más le gusta. Esa libertad, destaca, la tiene desde siempre. «Voy navegando. No tengo esa cosa de que quisiera hacer esto o lo otro, nunca fui así. Los proyectos requieren de mucha energía, así que trato de armonizar con eso, trato de hacérmela fácil y no ponerme metas. Menos a mi edad», confiesa. Betiana sonríe y se le achinan los ojos, luego de una pausa, agrega: «Pongo todo de mí. Lo único que hago es manejar las dosis de cada emoción. Los actores somos santos y asesinos, tenemos todo dentro. Lo que intento es dominar esos extremos dependiendo del personaje. Le subo el volumen a esa emoción o a la otra, hasta que quedo conforme. Pero siempre uso mis sentimientos como referencia. Yo pienso muy poco cuando trabajo: dejo que suceda», comenta.

Blum protagoniza Todavía, la película con guión y dirección de Tomás Sánchez que se estrenó el 1 de noviembre. En este caso interpreta a una pianista que salva su vida gracias a un trasplante de corazón, lo que luego de la pérdida de su esposo le dará la oportunidad de reunir a sus hijos, más allá de las profundas diferencias que los separan. «Conozco al director hace años y cuando me contó la idea el protagonista era un hombre. ‘Mirá vos, le dije’, y me miró un rato y me respondió que bien podría ser una mujer. Entonces no pude evitar decirle: ‘Yo lo hago’. Lo importante era el recorrido de vida, que hay una historia para contar que tiene muchos capítulos previos para explicar. En el pasado hay sabiduría, pero también ignorancia, repetición de errores y mañas del ego. El encuentro con la juventud muchas veces enseña, esas dos experiencias sacan lo mejor de todos: se aprende de alguien que la vivió y también de alguien que tiene energía vital para arriesgarse a ser feliz», reflexiona.

Betiana se reconoce como una actriz visceral. Trabaja desde el plexo solar, con expresividad y simpatía natural, eso siempre deslumbra, por la energía que transmite. «Mi estilo tiene que ver con lo que me piden –destaca–. No pienso en lo que aporto, las personas que me eligen ven algo en mí que puedo darles. Siempre trato de brindar a mis personajes la mayor amplitud posible. No busco llevarlos en una sola dirección. No creo en el chiste porque sí o en la risa fácil, creo que los seres humanos somos muy originales, cada uno es único. Creo que todos tenemos matices y el tema es decidir qué lado explotar».

Cuando llegó a Buenos Aires desde Chaco vino a estudiar Letras. «Lo que me marcó de chica fue el verbo, la palabra. Yo pensaba que iba a escribir, incluso me encanta y saqué un libro en algún momento. Lo que pasa es que no le dedico tiempo. Me conecto mucho cuando lo hago y me libero. Mi papá era gerente de una algodonera y trabajaba para darme libertad. Yo nunca pasé necesidades y me dediqué a leer muchas horas. Luego, a mano llenaba muchas hojas con palabras que formaban historias o sonetos. Después me gustaba recitar las poesías y me hicieron notar que transmitía algo diferente. Me decían mucho que tenía que ser actriz, supongo que me veían muy histriónica», recuerda.

Debutó en teatro en 1964 y años después terminó teniendo mucha continuidad en la televisión, donde se destacó en novelas como Rosa de lejos, mientras que la consagración llegó tiempo después en su recordado papel de Nora en Esperando la carroza, la esposa de Antonio (Luis Brandoni). «Uno cree que a medida que va avanzando en la vida cada vez es mejor, que aprendió más y todo eso. Pero de pronto, en alguna oportunidad, veo algún trabajo mío de muchos años atrás y digo: ‘¡Pucha! ¡Me está enseñando cosas aquella que yo era!’. La clave es reproducir la vida, no es sólo hacer tonos y poner caras. Tenemos que hacer que te pase de verdad. Muchas veces parece fácil, pero no lo es tanto», afirma Betiana Blum.  «

Todavía

Guión y dirección: Tomás Sánchez. Elenco: Betiana Blum, Hugo Arana, Romina Gaetani, Pablo Rago, Martín Slipak, Beatriz Spelzini, Ernesto Claudio, Anabel Cherubito y Víctor Laplace.