Los británicos pasaron de tener una feroz e interminable campaña por Brexit Sí o Brexit No al debate por las elecciones anticipadas para el 12 de diciembre que los parlamentarios votaron el martes, las terceras en cuatro años. Es lo que pretendía el primer ministro Boris Johnson como una manera de definir de una vez por todas el divorcio de la Unón Europea que estaba previsto para el 31 de octubre.

Una campaña electoral que tiene un convidado de piedra. El presidente estadounidense, Donald Trump, se metió de lleno en el debate al advertir a su «amigo» Johnson, que el acuerdo de Brexit negociado con la UE impide un trato comercial con Estados Unidos. «Este acuerdo, no se puede negociar con él. No podemos lograr un acuerdo con Reino Unido» explicó Trump en un programa radiofónico con la principal figura de la campaña por la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), Nigel Farage.

«Sé que Boris quiere prestar mucha atención a eso (la perspectiva de un acuerdo comercial). Porque en cierta manera quedamos descartados, lo que sería ridículo», añadió Trump en esa entrevista con Farage. Trump siempre ha prometido al Reino Unido un «acuerdo magnífico» una vez haya abandonado la Unión Europea. Tras la conversación, el eurófobo Farage pidió a Johnson abandonar el acuerdo de Brexit negociado con Bruselas y unirse a una alianza para las legislativas de diciembre. La oferta fue rechazada por el propio Johnson, quien defendió el acuerdo laboriosamente alcanzado con la UE.

En consecuencia, Farage anunció el viernes que su Partido del Brexit presentará candidatos «en cada circunscripción de Inglaterra, Escocia y Gales», a menos que Johnson se una a su causa. También pidió al primer ministro rechazar el acuerdo difícilmente negociado en octubre con Bruselas que, según él, «no es un Brexit» y le ofreció a cambio «un pacto de no agresión». Si Johnson lo aceptara, Farage sólo se presentaría en 150 circunscripciones. «Las elecciones legislativas son una oportunidad para empezar de cero», aseguró el candidato. «Lo más importante es que una alianza del ‘leave’ (pro Brexit) gane una amplia mayoría en el Parlamento y se aplique un Brexit franco», añadió. Johnson rechazó de plano la propuesta. «Si se vota por otro partido, el riesgo es que gane Jeremy Corbyn, y más tergiversaciones y retrasos», explicó el primer ministro.

Mientras tanto Johnson hace campaña fustigando a los laboristas. «Hoy debería haber sido el día en que se realizara el Brexit y finalmente abandonáramos la UE», señaló Johnson antes de visitar una escuela, un hospital y una comisaría de policía. «Pero, a pesar del excelente nuevo acuerdo al que he llegado con la UE, Jeremy Corbyn (el líder de la oposición laborista) se ha opuesto a que esto suceda y ha preferido más indecisión, más aplazamientos y más incertidumbre para las familias y las empresas», agregó el jefe de gobierno conservador.

Johnson llegó al poder en julio con la promesa de que el Brexit tendría lugar «costara lo que costara», el 31 de octubre. Aseguró que prefería estar «muerto en una zanja» antes que solicitar un nuevo aplazamiento. Pero se vio obligado a ceder y a pedir a los europeos un nuevo plazo, ya que el acuerdo de divorcio negociado con Bruselas no superó la prueba del Parlamento británico.