Con el lanzamiento de la paritaria nacional docente arranca el calendario de discusiones salariales del año. Si bien ya hubo reuniones de otras actividades, en ellas salieron soluciones parciales. En cambio, se espera que en este mes que recién arranca se establezca una pauta anual de crecimiento del salario docente a nivel nacional.

La importancia de esta paritaria no se puede exagerar: establece un piso salarial para la docencia de todo el país, es el parámetro contra el cual se miden las paritarias de los estatales nacionales y las de los empleados públicos de cada administración provincial, y marca el estado de humor social de cara al resto de las discusiones salariales en el sector privado.

Por eso esta negociación es seguida en detalle por la conducción de la CGT y por las direcciones sindicales en general. También por el gobierno nacional, que busca eliminar de las negociaciones salariales de este año el ítem «cláusula gatillo» mientras impulsa las subas de sueldos por medio de sumas fijas que achatan la pirámide salarial. En el mismo camino se encuentran los gobiernos provinciales, algunos de los cuales ya anunciaron que descartan la indexación salarial.

10 comisiones

La esperada paritaria nacional docente volvió tras dos años de veto del gobierno del entonces presidente Mauricio Macri. En la reunión del jueves pasado confluyeron los ministros de Educación y Trabajo, Nicolás Trotta y Claudio Moroni, respectivamente, y los titulares de los cinco sindicatos docentes de alcance nacional.

Allí, la presencia de la cuestión salarial estuvo matizada por todo un abanico de asuntos que hacen a la problemática educativa: formación docente continua, salud, bienestar y condiciones laborales, inversión educativa, políticas de evaluación, prioridades político-pedagógicas, educación pública de gestión privada, interpretación normativa y sistema previsional.

También llamó la atención que las partes no fijaran una nueva fecha para reunirse. Sólo con mucho empuje y voluntad podría haber planteos definidos en la comisión de política salarial que, además, deberían llegar a las provincias, discutirse y aprobarse a fin de que el inicio de clases sea sin inconvenientes, cuando resta apenas un mes para ello.

El escenario en el interior no es claro. Las autoridades de Santa Fe y otras provincias ya plantearon que no habrá cláusula gatillo para sus estatales, incluidos los docentes, y que se inclinan por aplicar sumas fijas. Ello podría chocar con una paritaria nacional que impulsa porcentajes.

Que las cosas no serán fáciles lo puso de relieve la propia Sonia Alesso, titular de Ctera -la principal federación sindical docente del país-, en una entrevista ayer. «Es muy pronto para poder afirmar que las clases empiezan el 2 de marzo (como estableció el Ministerio de Educación). Es la intención y tenemos la mejor predisposición, pero recién empezamos la discusión», dijo.

En tanto, Trotta insistió con que la paritaria «va más allá de lo salarial» y remarcó que se debe discutir «la federalización de la educación». «

CGT da libertad de acción

La mesa chica de la CGT resolvió una salida de compromiso: dará libertad de acción a los sindicatos para que acepten sumas fijas, si así lo ven conveniente, o para que impulsen discusiones salariales en paritarias.

La decisión busca no entrar en conflicto con el gobierno nacional, que impulsa la fijación de incrementos salariales vía sumas fijas; y al mismo tiempo pretende no encorsetar a los sindicatos que buscarán esos aumentos por la vía de las negociaciones paritarias.

En el inicio del año, el sindicato bancario firmó un acuerdo para enero y febrero en base a sumas fijas que varían según la escala salarial.

Héctor Daer, cotitular de la CGT, señaló el viernes que «no hay que perder la autonomía y la soberanía en la negociación paritaria. Tenemos que terminar el año aumentando el poder adquisitivo de los trabajadores».