Se escribió, se escribe y se escribirá mucho más sobre el fenómeno artístico, de masas y simbólico que representa Carlos “el Indio” Solari. Están sus mil y un rocanroles, y las canciones que trascienden ese universo, todas de una argentinidad bien entendida e inconfundible. Están las letras, claro, que se clavaron en la mente y los cuerpos de miles y miles de jóvenes y largamente no tanto. Pero también lo asiste una magia inédita que incluso va más allá de la liturgia de los shows en vivo. Que impregna al Indio y se proyecta mucho más allá. En pleno 2021 de segundas olas y desesperanzas profundas, donde los más afortunados pueden decir –por ahora– que las balas “sólo” pican cerca, desde su reclusión preventiva y autodeterminada, el Indio obró un nuevo y bello milagro. Con una aparición en pantalla de unos pocos minutos hizo revivir esa lengua casi muerta conocida como show por streaming.

El sábado pasado –17 de abril, para ser exactos– Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado transmitieron un show que grabaron pocas horas antes en Epecuén, el conmovedor pueblo derruido por una inundación en 1985.  La presentación iba a emitirse desde la plataforma Ticketeck, donde se vendieron las entradas, pero la cantidad de fanáticos y una floja planificación de la empresa facilitaron que los servers se saturaran. Ante la imposibilidad de hacer llegar el show a sus fans según lo planificado, la banda decidió transmitirlo poco antes de la medianoche por su canal de YouTube. El resultado fue una fiesta con distanciamiento social, rock & roll y mucho más que congregó a 90 mil almas. Mucho para los tiempos que corren. La ausencia del Indio sobre el escenario es irremplazable. Pero la gran solvencia musical y el corazón de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado sumada a las tres apariciones y el aval espiritual del Míster encendieron una celebración reparadora y necesaria. La cultura rock suele ser muy intolerante con algunas cosas. Los cambios de integrantes de un grupo no son bien vistos y –por ejemplo– más de un grupo fue condenado al ostracismo por intentar seguir su carrera con un nuevo frontman. ¿La banda solista de un cantante y símbolo único e irrepetible de la cultura argentina puede seguir camino sin él? La magia del Indio parece capaz de reescribir hasta las más sagradas escrituras del rock.

Pablo Sbaraglia es tecladista, cantante, guitarrista y uno de los directores de Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado. En dialogo con Tiempo, repasó los pormenores de aquella noche mágica, sus implicancias y lo que vendrá.

–Flotaba en el ambiente la sensación de que los shows por streaming habían perdido interés y ustedes generaron uno de los acontecimientos del año.

–Yo también percibía una sensación de cierto agotamiento o menor interés por los shows por streaming. A diferencia del comienzo de la pandemia, en el que eran cosa de todos los días y generaban mucha repercusión. Incluso los más caseros. Por estos días ya prácticamente no se puede hacer ningún show presencial, pero unas semanas atrás para nosotros también hubiera resultado imposible tocar para un público presente porque no se pueden adecuar los protocolos sanitarios a la cantidad de gente que quiere vernos. Hacer un show y trasmitirlo por streaming era nuestra única opción. Así que nos mentalizamos en encontrarle lo mejor a esa contrariedad. Nos había ido muy bien con el primer streaming, pero teníamos que ofrecer una propuesta superadora.

–¿Cómo fueron armando el show?

–De a poco, probando muchas ideas, tomando algunas y dejando de lado otras. Primero buscamos un concepto general. Queríamos que el show tuviera un pulso rockero, energético, que tirara para adelante. Más allá de que la obra del Indio tiene un montón de matices y la idea tampoco era desdeñarlos. Con Gaspar (Benegas) fuimos armando una lista de temas en esa dirección y después quisimos agregar algunas sorpresas. Primero surgió la idea de incluir cuatro temas correspondientes a los míticos demos del ‘82 de los Redondos. Yo siempre fui muy fan de los Redondos y volví a meterme a full con ese material. Seleccionamos las que sentimos que mejor quedaban para nuestras voces y el show en sí. Y después surgió lo de las canciones nuevas del Indio. Cuando nos dimos cuentas que podíamos tener dos temas nuevos supimos que no se trataba de un valor agregado para el show: casi que se transformó en su razón de ser.

Foto: KVK Fotos

–Entre la pandemia y las dificultades de salud del Indio, ya no trabajan en forma cotidiana como una banda. ¿Cómo lograron que “Rezando Solo” y “Encuentro con un ángel amateur” se hicieran realidad?

–El Indio no para nunca. Más allá de que la pandemia hizo que casi no nos viéramos, él siempre está haciendo cosas, creando, y tenemos un ida y vuelta permanente. En este último tiempo nos pasó varias maquetas que había hecho para que nos pusiéramos a laburarlas. Al final, le pasamos lo que habíamos hecho: una canción no le gustó, otra le gustó, otra le gustó mucho y la restante le gustó particularmente. Finalmente, pudimos sumar dos al show porque el Indio se puso a full para terminar hasta el último detalle.

–No es sencillo cantar canciones que están grabadas en la memoria popular por el Indio. ¿Cómo se van repartiendo el repertorio para los shows?

–Tratamos de hacerlo lo mejor posible. La voz del Indio y el Indio en sí son irremplazables. Eso lo sabe todo el mundo. Entonces cantamos varios y repartimos los temas según las afinidades, el registro y teniendo en cuenta cómo van quedando cuando las laburamos en los ensayos.

–Otra de las claves del show fue que se hizo en Epecuén. Las imágenes resultaron muy movilizantes.

–Sí, es otro ingrediente del concepto que queríamos para el show. Desde el primer momento sabíamos que íbamos a tocar al aire libre. Primero se pensó en una terraza en la Ciudad, pero no nos terminaba de cerrar. Entonces nos acordamos de las fotos que le hicieron al Indio hace un tiempo en Epecuén y se nos ocurrió hacerlo allá. Cuando nos encontramos con él para contarle que íbamos a hacer un show y transmitirlo por streaming nos dijo: “¿Por qué no lo hacen en Epecuén?” Fue muy loco. En ese preciso momento tuvimos claro dónde íbamos a tocar, pero empezó un laburo de producción inmenso.

–No es una ciudad preparada para este tipo de shows.

–Donde hicimos el show no hay nada. Ni electricidad, ni agua. Tocar ahí era casi inviable. Pero por suerte contamos con gente en la producción que entiende la naturaleza de este proyecto y deja todo para que estas ideas se concreten. Tuvimos que llevar todo: luces, equipos, generadores, lo que te imagines. Usamos más de 3 mil litros de gasoil para que todo funcionara.

–El show del sábado iba a salir por la plataforma de Ticketeck, pero hubo problemas técnicos y decidieron liberarlo por YouTube. Los resultados fueron espectaculares, pero los momentos previos a la decisión deben haber sido difíciles.

–Fue tremendo. La pasamos mal. Se suponía que los problemas técnicos se iban a solucionar, pero pasaban los minutos y eso no sucedía. El tiempo nos apremiaba. La gente que había pagado su entrada se podía aburrir de esperar y/o directamente irse a dormir. No queríamos que se quedaran sin show. En un momento determinado teníamos dos opciones: posponer la emisión o liberarla. Decidimos hacer esto último y fue lo mejor. Se multiplicó la alegría, digamos. Pero pudo salir mal. Y antes de la resolución nos comimos flor de estrés.

–El rock suele tener mandamientos muy estrictos. Algunas bandas perdieron su credibilidad por cambiar el cantante. Uds. eran la banda solista de un cantante y emblema único, iniciaron una nueva etapa solos y la gente los acompaña.

–Sí, es así. Somos un proyecto inusual por donde se lo mire. Creo que tenemos la legitimidad que nos dio el Indio. Él nos impulsó a seguir cuando ni se nos habría ocurrido. Y, claro, después está la gente que nos brinda cariño y apoyo porque hacemos sonar canciones que son parte de sus vidas. La magia del Indio hace que todo sea imposible. También sabemos que tenemos en nuestras manos un legado impresionante y lo tratamos con toda la seriedad que merece.

–¿En algún momento dudaron si iba a ser posible seguir con los Fundamentalistas del Aire Acondicionado?

–¡Claro! El primer concierto fue a beneficio de Martín (Carrizo) y dijimos que sí al toque. Además de lo lindo de volver a tocar estas canciones, estaba el incentivo de ayudar a Martín. Pero después, cuando me iba a acostar, se me cruzaron muchos miedos y fantasmas. Supongo que a todos los chicos de la banda les pasó algo similar. Pero decidimos darle para adelante. Respetando ese legado y tratando de sumarle nuestro granito de arena.  «

Los Funda-mentalistas del Aire Acondicionado
Gaspar Benegas (voz y guitarra), Baltasar Comotto (voz y guitarra), Pablo Sbaraglia (voz, teclados y guitarra), Fernando Nalé (voz y bajo), Deborah Dixon (coros), Luciana Palacios (coros), Sergio Colombo (voz y saxo), Miguel Ángel Tallarita (trompeta) y Ramiro López Naguil (batería). Fotografía: Edgardo Kevorkian. Responsables del video del show: Matías Mera y Edgardo Kevorkian.

El nuevo disco del Indio y la pandemia

El estreno de los temas “Rezando solo” y “Encuentro con un ángel amateur” aceleró todavía más la ansiedad por un nuevo disco del Indio junto con Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado. Cancelada la posibilidad de los shows por la salud del Indio, los discos adquieren todavía más relevancia para acercarse al universo y las nuevas obsesiones del ex Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.

–Grabar con el Indio es espectacular. A nosotros nos encantaría volver a hacerlo y a él también, obvio. Es una persona muy creativa y le interesa dejar testimonio de su obra. Lo que nos juega más en contra es la pandemia. Si bien trabajamos el material que nos manda y hay un ida y vuelta permanente, al Indio le gusta estar presente en todos los pasos del proceso y a la distancia se hace más difícil. Tenemos que ver cómo se acomoda la situación sanitaria.

–¿Podemos esperar un nuevo disco del Indio para este año?

–Ojalá. Ahora nosotros terminamos el show y tenemos todavía más ganas y tiempo. El Indio dispone y nosotros siempre estamos firmes. Pero no podemos confirmar tiempos. En estas cosas sabés cuándo empezás, pero nunca cuándo vas a terminar.

Los mejores deseos

El lunes los Fundamentalistas del Aire Acondicionado dieron a conocer en sus cuentas en las redes sociales una noticia que golpeó a los fans y al público en general. Miguel Ángel Tallarita, el trompetista de la banda, fue internado por Covid-19.

“Fue una noticia muy fuerte para todos –explica Sbaraglia–. Miguel Ángel es como un hermano. Tuvieron que entubarlo, pero ya muestra signos de recuperación. Lo hicimos público para que la gente le tire buena onda. Él es fuerte. Esperemos que se recupere pronto. Hablo con la familia todos los días. Me contaron que le pusieron para que escuche “To Beef or not to Beef” y abrió los ojos”.