Un almuerzo reservado entre los principales dirigentes de los gremios del transporte se realizaba este miércoles en horas del mediodía para preparar un plenario de delegados a realizarse el jueves en la sede del gremio de La Fraternidad.

El cónclave fue encabezado por el secretario general de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), Juan Carlos Schmid, que ha optado por concentrar sus energías en el fortalecimiento de ese espacio una vez que renunciara como triunvirato de la CGT. 

Se estima que del plenario participarán los referentes alineados dentro de la conducción de la CGT incluyendo los dirigentes de los sindicatos aeronáuticos como pilotos (APLA) y aeronavegantes (AAA) y los Camioneros como así también los que se encuentran enrolados en el Movimiento de Acción Sindical de la Argentina (MASA) como el taxista Omar Viviani y el ferroviario Sergio Sasia.

Fuentes cercanas al dirigente de la CATT ratificaron que uno de los principales reclamos del sector pasa por el impacto que el impuesto a las ganancias ha generado sobre los salarios del sector pero reconocieron que, en principio, se descarta la resolución de un paro de transportes tal como había trascendido.

El propio Schmid señaló que “el próximo jueves nos reuniremos en el plenario de la CATT, donde alguna protesta se va a decidir” aunque bajó el tono: “Hay diversas formas que van desde declaraciones hasta movilizaciones. Vamos a cumplir el tercer aniversario de la promesa de la eliminación el impuesto a las Ganancias y cada vez más trabajadores lo pagan: medio millón más. Es un compromiso que el gobierno no ha cumplido e incluso lo pagan los jubilados”. La medida, que podría realizarse la semana próxima, consistiría en asambleas de sectores con afectación de servicios y una movilización a la Plaza de Mayo.

Por otro lado, el dirigente del gremio de Dragado y Balizamiento señaló: “Desde hace tiempo estamos en una crisis de confianza con el Ejecutivo y, en consecuencia, siempre está latente la posibilidad de una protesta. No vamos a tolerar que líderes del G20 avalen en nuestras narices políticas de ajuste y hambre”.