Una delegación de trabajadores suspendidos por la multinacional automotriz General Motors llegará mañana a esta Ciudad para reclamar al gobierno que aclare la situación de los 350 operarios cesanteados en el marco de un acuerdo que auspició la administración nacional entre la empresa y el Sindicato de Mecánicos (SMATA). 

Unos cincuenta representantes concentrarán por la mañana en las inmediaciones del Congreso para marchar luego a la sede que el Ministerio de Trabajo tiene en la porteña avenida Callao, a pocas cuadras del palacio legislativo. 

Los trabajadores esperan una importante convocatoria. El referente Sebastián Romero consignó a Tiempo que está confirmada la presencia de concejales y legisladores de Rosario y Santa Fe y que se espera una adhesión de otros legisladores porteños y de la Nación. También esperan la confirmación de organismos de Derechos Humanos y varios sindicatos. 

«En primer lugar vamos a pedir una reunión con el ministro (de Trabajo, Jorge) Triaca para que tome cartas en el asunto. Hace cincuenta días estamos suspendidos y no sabemos si el acuerdo que autorizó la suspensión se homologó o no. El ministerio de Trabajo de Santa Fe se declaró incompetente por lo que reclamamos una aclaración a Triaca», explicó Romero.

Los trabajadores realizarán la protesta sin compañía de dirigentes del Smata. Romero aseguró que «el sindicato no se está presentando en las audiencias». Según dijo, los suspendidos «fuimos a pedir una respuesta y ellos dicen que se firmó el mejor acuerdo que se pudo conseguir». 

Sin embargo, los trabajadores de General Motors celebraron una asamblea en la que 1500 empleados de la firma, suspendidos y no suspendidos, votaron dar marcha atrás con el acuerdo, contó Romero a este medio. 

De acuerdo a la versión, los trabajadores que siguen en sus puestos alertan que si bien hubo 350 suspensiones el ritmo de trabajo se mantuvo constante, por lo que aquellos que no fueron afectados con la suspensión «hoy por  hoy están haciendo el laburo de todos». La interpretación de los trabajadores que reclamarán mañana ante la cartera laboral creen que la suspensión masiva es una jugada de la empresa en connivencia con la dirigencia del Smata. «La empresa lo hizo para sacarse la gente de encima, algo que no pudo hacer con el programa de retiros voluntarios. Si el acuerdo se cumple en las condiciones que está el 1 de diciembre vamos a estar todos despedidos. No son suspensiones, son despidos encubiertos», alertó Romero. 

El pacto que auspició el gobierno nacional establece que los suspendidos cobrarán el 80% del salario en el primer trimestre, otro 60% en el segundo y un 40% em el tercer trimestre del año pero no establece mayor claridad respecto a lo que sucederá después de eso, por lo que los suspendidos especulan con que el plan real es despedir. «Así lo acordaron a espaldas de los trabajadores. Los ministerios de trabajo dicen que no saben cuál es el acuerdo y la verdad es que cae por su propio peso porque tiene muchas pautas fuera de la ley. Así y todo el ministerio santafesino se define incompetente», se quejó el referente de los empleados, quien no se guardó las críticas para el gremio que encabeza Ricardo Pignanelli: «El smata tiene que tirar el acuerdo abajo y asegurar que volvamosa trabajar». 

La comisión no descarta protestar también ante las autoridades del Ministerio de Producción.