Finalmente Viacom, el quinto conglomerado audiovisual de Estados Unidos (dueño de MTV y Paramount, entre otros), se quedó con Telefe por 400 millones de dólares. En medio de noticias de todo tipo, esto puede resultar en un cambio relevante en el mundo audiovisual argentino. Eso, para un gobierno que hizo de la comunicación casi su razón de ser, también traería cambios en la política.

Tiempo consultó a dos especialistas para un primer análisis del significado de esta compra, como también de las expectativas que abre. “Telefe esuno de los principales medios audiovisuales en Argentina, que durante los últimos años no sólo se destacó en la emisión de contenidos, sino como productora de contenidos audiovisuales”, dice Ornela Carboni, Docente Investigadora en medios de comunicación de la Universidad de Quilmes y doctora en Ciencias Sociales de la UBA. «La disputa de Telefe por dos gigantes como Turner y Viacom también indica la importancia que tiene el canal en la venta de contenidos a través de enlatados. Acabo de publicar una nota sobre la producción de ficción en el período 2002/2015 en Argentina, y Telefe aparece entre los los principales productores junto con Pol-Ka y junto al Eestado a través del Incaa y la Televisión Pública. Pero además, el tipo de asociaciones que estableció el Estado para producir privilegió las productoras argentinas, a diferencia de El Trece, por ejemplo, que produjo con productoras de otros países.”

Algo similar remarca Martín Becerra, investigador y profesor universitario, doctor en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona e investigador independiente en el CONICET. “A diferencia de Turner, interesado, además, en los derechos de transmisión del fútbol, Viacom se centra en Telefe, que, con sus nueve canales, es la principal red de televisión en Argentina, y que lidera en rating en una competencia que tiene como único contendiente de peso al grupo Clarín (con El Trece)”, comenta Becerra. “Telefe es, además, la puerta de comercialización de contenidos cinematográficos argentinos en el exterior.”

Ambos destacan el regreso de una compañía estadounidense al mercado argentino. “Después de que en el principio de la televisión argentina -cuenta Carboni-, en la década del 60, la NBC, ABC y CBS apartaran a su desarrollo, ninguna cadena estadounidense estuvo interesada en invertir en un canal de televisión en el país. Y encima cuando muchos están debatiendo el fin de la tesis como un medio de comunicación, con la idea de que la televisión ha muerto. Sin embargo un grupo de la importancia de Viacom, invierte en el sector audiovisual.”

Por su parte Becerra, matiza con otros aspectos este regreso. “Es novedoso que capitales de EEUU se inserten en TV abierta, aunque ya estaban presentes (y mucho) en TV paga y señales de TV paga. Sin embargo, hace 50 años que no conducen un canal líder de TV en el país. En ese sentido, marca un cambio de tendencia porque hasta ahora estaban presentes capitales europeos o de México en este mercado.”

Como bien señalaba Carboni, el interés en un canal de televisión cuando la “televisión se muere”, llamo un poco la atención. En ese sentido, Becerra asegura: “Argentina ya es un sitio donde por ejemplo Turner produce y edita contenidos para toda la región en señales de TV paga. Y Telefe, hasta ahora (es decir, con la conducción de Telefónica) es un importante productor y exportador audiovisual que desborda incluso el mundo hispanoparlante. Pero, por eso mismo, es un activo de interés para Viacom, Turner u otros grupos de primer nivel mundial.”

“Argentina tiene un know how histórico en las ficciones -dice Carboni- que ha sido aprovechado, incluso han sido vendidos tanto en enlatados y tuvieron una clara influencia en la en la penetración argentina en la región latinoamericana. Es más, en los primeros años del siglo la Argentina llegó a ser el cuarto país en exportación de formatos.”

Carboni cree que “el mercado audiovisual local va a empezar a moverse en esta dirección: Pol-ka anunció que se unió a la HBO para producir contenidos, y con TNT para otra ficción; acaba de producir con Televisa de México un programa dedicado a público adolescente”. Algo más cauto, Becera dice que “es prematuro aún saber si la compra de Viacom repercutirá en una mayor producción de contenidos locales, o si los nuevos dueños de Telefe optarán en cambio por otras estrategias (como usarla como empaquetadora de contenidos para la región). La capacidad productiva de Telefe y su tejido de relaciones con productoras grandes y medianas en el país representa, hasta ahora, un rol estratégico en el sector audiovisual. Veremos qué ocurre bajo el mando de Viacom”.