La imagen más recordada del paso de Uruguay por la Copa América Centenario, de la que quedó eliminado sorpresivamente en la primera ronda, es la de Luis Suárez –que venía con una lesión- enojado con Óscar Tabárez por no darle minutos de juego mientras la selección charrúa caía ante Venezuela. El atacante del Barcelona, nervioso ante lo que ocurría sobre el terreno de juego, decidió descargar su bronca con el Maestro, quien –pura experiencia- dejó pasar la cuestión.

Fue, está claro, un momento aislado, una reacción en caliente. Ambos saben lo que representan para el combinado uruguayo y, a pesar de algunas diferencias que puedan existir, están acostumbrados a convivir. Este jueves, tras ese recuerdo amargo, volverán a unirse por un mismo objetivo: dar el gran golpe y vencer a Argentina en Mendoza.

A todo esto, el conjunto conducido por Tabárez, que ya está en Mendoza, llega en condición de líder de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Rusia 2018. La selección partió en un vuelo chárter desde Montevideo a las 16:40, y pisó suelo argentino a las 19:00, aunque se hizo presente en el hotel 50 minutos después.

“Soy Celeste, soy Celeste”, sonó al unísono y de modo estruendoso en la calle del hotel en el que se encuentran hospedados, ubicado en Chile al 1100 de la capital mendocina, donde se alojó la delegación.

Si bien los futbolistas no quisieron dialogar con la prensa presente, se acercaron a saludar a sus seguidores y se tomaron algunas fotos y firmaron autógrafos. Los más aplaudidos, justamente, fueron Suárez y Tabárez.

El probable equipo es: Muslera; Fucile, Godín, Giménez, Silva; Sánchez, Arévalo Ríos, Corujo, Lodeiro; Suárez y Cavani.