Los realizadores tienen claro que de esta manera, ni una sola escena será rodada con la naturalidad que se espera para  mantener el nivel alcanzao por el cine local. El cine argentino esta parado hace meses, debido a una suerte de “subejecución” del presupuesto para el fomento de la producción nacional que “condiciona negativamente” a la actividad del sector.

En un comunicado, los miembros de la DAC pidieron que las autoridades del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa),que analicen sus propuestas y solucionen las situaciones “que

condicionan negativamente la actividad”, y señalaron que ese organismo autárquico “constituye un auténtico patrimonio cultural de todos los
argentinos y apartarlo de las funciones que por Ley lo han constituido perjudica por entero a toda nuestra cultura nacional”.
“Creemos que es tiempo de revertir totalmente este escenario que se nos presenta, donde los fondos que sin precedente a la fecha maneja el Incaa se
encontrarían en una suerte de ‘subejecución’ y que deberían administrase en una forma tan transparente como eficiente para que estos recursos
económicos genuinos creados por una Ley específica lleguen rápidamente a la producción audiovisual nacional”, agregaron.

La advertencia emitida por la DAC va en la misma línea de las preocupaciones expresadas por la Asamblea Abierta de la Comunidad
Audiovisual, que convocó para mañana a las 15, en la puerta del Incaa (Lima 319), a todos los sectores del cine argentino a una movilización bajo la
consigna «No al ajuste al Cine Nacional». Entre las consignas de ese acto figuran el freno «al ajuste en el cine
nacional» y «el funcionamiento del Incaa sin trabas administrativas», la «reincorporación de los cuatro trabajadores despedidos” de ese organismo,
el rechazo a «la tercerización de los créditos» para fomentar la actividad cinematográfica, el «cese de la intervención de hecho del Ministerio de
Cultura» y la advertencia sobre el «cierre del ArteCinema» del barrio de Constitución.

En la misma línea que DAC, la coordinadora de la Asamblea de la Comunidad Audiovisual expresó «su preocupación por el futuro del cine nacional» y
afirmó en un comunicado: «Nos encontramos -dijeron- ante un escenario en donde la subejecución, admitida livianamente por el mismo presidente del
Incaa, Ralph Haiek, en el Congreso, tiene como consecuencia una parálisis» de la actividad que repercute «en la producción, en los puestos laborales y
en la pérdida de acuerdos de coproducción que ponen en riesgo la concreción de proyectos ya aprobados».

En ese sentido, la DAC destacó que “conforme a la búsqueda de transparencia anunciada como prioridad por las autoridades del Incaa, en medio de
denuncias de corrupción, pedidos de renuncias y movilizaciones que alarmaron a la sociedad, se considera de extrema necesidad y urgencia
brindar una explicación oficial, detallando los ilícitos denunciados e investigados así como el resultado de los sumarios que llevan adelante los
diferentes organismos de control del Estado”.


“Es de extrema necesidad que se informe públicamente, y a la brevedad posible, qué partidas se encuentran afectadas por efectos de la
subejecución presupuestaria conforme a lo informado por el presidente del Incaa en el Senado de la Nación y cuáles son los planes inmediatos para
solucionar esta grave anomalía administrativa”, agregaron.
Además, solicitaron que “a los efectos de lograr la máxima transparencia en la gestión y erogación de los fondos que administra el Incaa, se publiquen
en el sitio web del organismo el presupuesto anual enviado al Congreso Nacional y el presupuesto finalmente ejecutado, con apertura total y
detallada de todos los gastos y pagos efectuados rubro por rubro con expresa indicación de todos los beneficiarios y sus razones sociales”.
Otra de las peticiones de la DAC es que las autoridades generen “una efectiva limitación al alto nivel de burocracia que existe actualmente en
todas las áreas de gestión del organismo, a los efectos de destrabar todas aquellas producciones que se encuentran demoradas sin justificación válida
en los circuitos de administración del Incaa”.

La DAC solicitó también que “en plazo perentorio se informe”  quienes serían los beneficiarios y cuáles los alcances de las supuestas
medidas que tomaría el Incaa y que incluirían “la tercerización de la gestión de los créditos que se otorgan para la producción a través de
operadores de la banca privada”, algo que podría poner en peligro el  patrimonio personal de los cineasta argentinos.
Entre varias otras cuestiones, los miembros de la DAC también alertaron sobre “las graves consecuencias que produce y conlleva la política de

retrasar el valor real del Presupuesto de un Largometraje Nacional de Costo Medio, valuado a la fecha en un cincuenta por ciento menos del verdadero
costo de mercado”, y solicitaron que el Incaa obligue a todos los exhibidores de obras audiovisuales al cumplimiento de las Cuotas de
Pantalla establecidas en las leyes nacionales.