Para evitar el costo político de un tarifazo antes de las legislativas, el gobierno nacional prepara una batería de aumentos para después de las elecciones del 22 de octubre.

Para los últimos meses del año, el Ejecutivo prevé realizar una suba en las tarifas de luz, gas y naftas.

En la boleta de gas se especula con una suba que ronde el 40% para los hogares. El ministro de Energía, Juan José Aranguren, tiene previsto convocar a una audiencia pública para discutir ese aumento que se realizaría a mediados de noviembre, cuando se conozca también el incremento para transportistas y distribuidoras.

A partir del 1 de noviembre están previstos los aumentos de Edenor y Edesur para los hogares de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano que arrancaría en el 40%. El incremento es parte de los dos aumentos anuales previstos en febrero.

«El valor final de la factura tendrá un incremento de entre 40 y 110%», sostuvo el presidente de la Asociación de Defensa de los Derechos de Usuarios y Consumidores, Osvaldo Bassano en diálogo con radio La Red.

Los combustibles, por otro lado, tendrán su primer aumento luego de la decisión del Ministerio de energía de liberar los precios. Si bien el primer aumento estaba previsto para el 1 de octubre, el gobierno negoció con las empresas diferir el incremento para después de las elecciones.

Se estima que los precios de las naftas llegarán a las estaciones de servicio con un aumento de entre 8 y 10%.

A la luz, el gas y la nafta se sumarían también otros aumentos aún no anunciados en telefonía fija y móvil, y en el agua.