El presidente Mauricio Macri confirmó anoche una decisión que días atrás adelantó Tiempo: a pesar de la polémica y el rechazo, anunció que destinará las Fuerzas Armadas para tareas de seguridad interior.

Lo hizo durante su primera cena de camaradería de las Fuerzas Armadas en el edificio Libertador. “Fijamos tres líneas: caminar hacia una Argentina con pobreza cero, enfrentar y derrotar al narcotráfico y unir a los argentinos. En todas ellas necesitaba de las Fuerzas Armadas”, sostuvo.

Adelantó que tendrán mayor protagonismo para “participar del control de fronteras, la lucha contra el narcotráfico y la colaboración en situaciones de emergencias climáticas”.

Aunque habló de las futuras tareas que quiere que asuman, no mencionó cómo hará para llevarlo adelante ya que por las leyes de Defensa y de Seguridad Interior están inhabilitados para realizar tareas de seguridad interior.

Durante el acto, en el que estuvo acompañado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, el ministro de Defensa, Julio Martínez, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, convocó a las Fuerzas Armadas a cumplir “un rol preponderante en esta nueva etapa”.

La medida ya generó repudios de organizaciones y juristas, aún antes de efectivizarse.

También se metió en otro tema espinoso: la participación en los desfiles del Bicentenario de represores y de carapintadas como Aldo Rico. «Con las bandas militares que desfilaron en Buenos Aires y Tucumán vimos el afecto de los argentinos por sus Fueras Armadas. Podemos estar tranquilos porque ellas cuidan nuestro espacio aéreo, marítimo y territorial», destacó.

Aunque hizo referencia al tema salarial al reconocer un «problema severo», no hizo ningún anuncio de aumentos. «Hemos empezado a hacer la recomposición, con toda la intención de lograr un reconocimiento a los retirados», afirmó. El ministro de Defensa, por su parte, les anticipó que arrancará una línea de créditos para vivienda a militares por 1400 millones de pesos.