La jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yañez, le envió al presidente Mauricio Macri un cuestionario para establecer cuánto sabía del estado del submarino ARA San Juan. La magistrada hizo lugar a un pedido realizado por Luis Tagliapietra, uno de los querellantes en la causa y padre del teniente de corbeta Alejandro Tagliapietra, quien murió como consecuencia de la explosión y posterior hundimiento de la embarcación.

El presidente en su calidad de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas deberá entregar sus respuestas por escrito la semana próxima.

«¿Usted sabía que el ARA San Juan llevaba 45 meses sin ir a Dique Seco cuando doctrinariamente y acorde a las indicaciones del fabricante tenía que ir cada 18 meses?» Esta es la primera pregunta que deberá contestar el mandatario argentino.

«¿Cómo y por quién se notificó de la desaparición del submarino; qué explicaciones le dio esa persona y qué medidas tomó al respecto?», es la segunda.

El tercer interrogante planteado por la jueza es: «Como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, ¿estaba informado sobre el estado de alistamiento de las fuerzas y en particular del ARA San Juan?».

En el cuestionario también se le pide: «Explique todas las medidas tomadas por usted durante el transcurso de esta investigación». Y se le solicita que brinde precisiones con respecto a si tuvo conocimiento de que se le haya dado aviso al Reino Unido de la tareas de patrulla que realizó el ARA San Juan en virtud de los acuerdos de Madrid.

Luis Tagliapietra también solicitó una ampliación testimonial para el ministro de Defensa, Oscar Aguad, que ya había declarado por escrito en la causa. A fines del año pasado, luego del hallazgo de los restos del submarino, cuando se le consultó a Yañez sobre una eventual responsabilidad penal de Macri, la magistrada respondió: «Estimo que es muy remoto. Entiendo que en la cadena de responsabilidades estaría muy lejano».

 El ARA San Juan se hundió el 15 de noviembre de 2017 a las 7:30 horas y fue encontrado un año y dos días después. El hallazgo lo hizo el Seabed Constructor, un buque de la empresa Ocean Infinity, contratada por el Estado argentino. El buque de búsqueda trabajó más de dos meses en el área del hundimiento y lo encontró cuando estaba a punto de abandonar sus tareas.

Se comprobó que el submarino había sufrido una explosión interna, algo detectado en la zona de su desaparición el día que perdió contacto. Con la certeza del final trágico de su viaje y las 44 muertes, comenzó el debate judicial para comprobar responsabilidades en el mantenimiento de la nave y por eso debe responder ahora la máxima autoridad política del país. «