¿Que se pudra todo? ¿Fugarse? ¿Aprovechar para
meter convenientes decretos exprés? La apabullante
derrota del oficialismo en las Paso redujo al mínimo las
chances de Mauricio Macri de conseguir la reelección,
por lo que en la Casa Rosada ya se discuten estrategias
para afrontar los últimos días de gestión y preparar la
transición hasta la asunción del nuevo gobierno sin
dejar evidencias ni cabos sueltos.
Avivadas con el homebanking,
pulverizado de documentación
comprometedora, radicación en
paraísos fiscales sin convenios de
extradición y compra de bidones
de kerosén son algunas de las
opciones en la mesa chica del
macrismo residual.
El nocaut en las urnas que las
Paso significaron para Mauricio
Macri y las inmediatas turbulencias económicas y cambiarias
que le sucedieron modificaron
la agenda del Gobierno. El jefe
de Gabinete, Marcos Peña, postuló las dos opciones que, hasta
el momento, ganarían mayor
adhesión en la Casa Rosada. La
llamada “doctrina del emperador
Nerón”, que se basaría en “mandar todo a cagar y que se mueran
todos”; y la “estrategia del virrey
Sobremonte”, hecha en la clandestinidad y con garantía de réditos
económicos para los miembros del
gabinete. Al cierre de esta edición,
el Presidente dormía y no se había
pronunciado aún.