La lectura de un comunicado de parte de los pilotos de Aerolíneas Argentinas contra la política aerocomercial del gobierno disparó como será el accionar de de Mauricio Macri en un posible segundo mandato. Con el respaldo de lo más rancio del empresariado nacional y el pedido del Fondo Monetario Internacional (FMI), Juntos por el Cambio irá por una reforma laboral con el claro objetivo de “despedir sin causa ni motivo” y, luego, licuar el poder de lucha de los sindicatos, con denuncias mediáticas y judiciales, una especialidad de la casa (Rosada).

Los pilotos y los aeronáuticos no son los primeros en ser estigmatizados por el PRO con el aval de los radicales y otras fuerzas. Ya les pasó a los docentes (sobre todo los bonaerenses con la figura de Roberto Baradel) o a los bancarios, cuando simplemente piden discutir un encuadre laboral. Ahí están los Moyano, figuras estelares de los ciclos de TN en los finales del kirchnerismo y hoy virtualmente condenados por el tribunal mediático. Los sindicalistas son todos feos, sucios y malos. Por si hacía falta algo más, ahí está la ficción de El Tigre Verón, un sindicalista de ficción que reúne todos los defectos y ninguna virtud.

Cansados de ser estigmatizados por los medios oficialistas y perseguidos por el Ejecutivo, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) decidió visibilizar el conflicto con la lectura de un comunicado una vez finalizado el vuelo. Cada nave ya estaba parada, con los pasajeros levantándose, sacando su equipaje de mano y prestos a salir. Por lo tanto, no hubo peligro de ninguna naturaleza. Tampoco demoras ni complicaciones para los usuarios, quienes hasta reaccionaron favorablemente, aplaudiendo la lucha de los trabajadores y la defensa de Aerolíneas Argentinas, salvo del actor macrista (ex radical) Luis Brandoni.

En respuesta a un casi inocente comunicado, el Gobierno del “diálogo” demostró, una vez más, que es solo un slogan. Un relato. Fiel a su estilo represivo, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich pidió que los pasajeros “reaccionen”. Por suerte, no dio ideas de cómo. Al igual que las autoridades de Aerolíneas Argentinas, calificaron la medida como “ilegal” y la empresa prometió sanciones y hasta la apertura de sumarios. Concretamente, consideró que coloca a los pasajeros como «rehenes» y «utiliza los bienes del Estado con fines políticos». Todo un despropósito.

Envalentonado por las expresiones de empresarios como Martín Cabrales o Marcos Galperín, el vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) Daniel Funes de Rioja afirmó: “Si se quiere que aparezcan muchas empresas lo que hay que saber es que (el empresario) para no tener miedo a contratar, tiene que ser previsible que si le va a mal, pueda descontratar. Cuando no tiene más producción ¿qué va a hacer con la gente?».

Algo así como lo expresado por el secretario de Empleo Miguel Ángel Ponte. El ex CEO del grupo Techint sostuvo que «la posibilidad de entrar y salir del mercado laboral hace a su esencia; es como comer y descomer». Vienen por eso. Vienen por tus

derechos. No se van a conformar con despedirte sin indemnización. O que te la pagues vos mismo. Quieren sacarte el aguinaldo. Darte vacaciones cuando se les ocurra. Manejar tus tiempos y tu vida.

Cada 48 horas, una empresa presenta un pedido de procedimiento preventivo de crisis. Es una muestra de la recesión que vivimos, pero en la mayoría de los casos se trata de una estrategia para ajustar personal; es decir, despedir con una quita importante en la indemnización. La reforma laboral está vigente con una flexibilización de hecho, por eso decimos que vienen para modificar los convenios. Sostienen que el mejor ejemplo es Vaca Muerta, pero esconden que, durante 2019, ya se registraron 8 muertes de operarios porque las medidas de seguridad se han relajado.

Bullrich, Funes de Rioja, Ponte, Cabrales, Galperín, el ministro de Transporte Guillermo Dietrich, el mismísimo Macri te piden que sigas haciendo esfuerzos; que resignes derechos. Que un empleado medio, con un salario medio pueda irse de vacaciones o acceder a un auto, un plasma o un celular. Sostienen que eso era ficción. Te lo inculcan quienes siempre tuvieron todo y nunca sufrieron necesidades.