Venezuela bajo fuego es algo más que el título del nuevo libro del escritor y periodista venezolano Modesto Emilio Guerrero. Es un concepto, la imagen gráfica de una crisis que involucra no sólo al fuego de las guarimbas sino al poder armamentístico del país que más incide en esa crisis, como parte de su diseño estratégico geopolítico. El título fundido con la bandera de los Estados Unidos en la tapa del libro (recientemente editado por Cooperativa Editorial Azucena) indica de antemano que en las siguientes páginas habrá análisis, interrogantes y respuestas acerca del afán de la nación más poderosa del mundo por el petróleo caribeño y por evitar «una nueva Cuba», al decir del autor. Para el periodista radicado hace años en la Argentina, biógrafo de Hugo Chávez y asiduo colaborador de Tiempo, el presidente Nicolás Maduro no previó la magnitud con que «iban a atacar a Venezuela ni bien moría Chávez».

–¿Era previsible este nivel de asedio?

–Sí, este nivel y peor, porque no hace falta que ellos lo digan, ya lo dijo la experiencia histórica y ya lo habían anunciado. Quien era el jefe del Comando Sur de hace ocho años, ya había dicho que para controlar el Amazonas había que pasar por Colombia, por eso las bases militares, pero no se puede controlar el Amazonas sin controlar Venezuela también. Ocho años atrás estaba Venezuela rebosando en dólares y en buen nivel de vida. Ellos tienen planes a largo plazo. Venezuela es el laboratorio de la primera guerra híbrida, la suma de todas las formas de guerra, después de Ucrania, que duró sólo ocho días. Acá va a durar lo que dure, pero EE UU no va a permitir una segunda Cuba.

–En el libro se detalla cómo de alguna forma EE UU «creó» a Guaidó como dirigente opositor, aunque como tal ya está agotado, pero no siempre parece que esté agotado.

–Estados Unidos le dio a Guaidó lo que no le dio a toda la oposición junta. Un financiamiento, la CITGO –empresa venezolana en EE UU– y algo más. Guaidó tiene el manejo de un pequeño Estado en sus manos, pero los yanquis tienen un mecanismo para darle a cuentagotas sólo lo necesario. Como fenómeno político se agotó, pero revive porque tiene cómo estar en la prensa, y porque el gobierno no ha querido meterlo preso aunque tiene 42 cargos en su contra. Es que EE UU le avisó que si lo tocan, se joden. Está protegido por Dios, por el imperio más poderoso de este planeta. Pero su base política es escasa, en votos debe tener lo que tiene aquí un partido de izquierda.

–Estados Unidos y la UE están presionando con nuevas sanciones y parece que apuestan a la mesa de negociación de Barbados, donde se puso en agenda discutir la posibilidad de adelantar elecciones presidenciales. ¿Sería posible eso?

–No es improbable, porque el gobierno de Maduro, como explico en dos capítulos del libro, no supo aprovechar la media victoria que le quedó en las manos después de Cúcuta. Tenía que transformarla en otra victoria de carácter político. Y apostaron por el camino equivocado, de ver cómo nos dan un respiro mientras damos señales de que no vamos a radicalizar lo que llaman la revolución.

–¿Qué pasaría en un escenario electoral adelantado?

–Cae Maduro, porque ya no tendría de dónde sostenerse. Es un retroceso autorizar elecciones presidenciales. En la Constitución no hay nada que lo autorice, en cambio sí para el Parlamento. Maduro rompería la Constitución bolivariana si adelanta las presidenciales.

–Estaría dando la razón al argumento de la oposición de que es un usurpador.

–Claro, la derecha necesita que el gobierno diga «me voy». Es como cuando se dijo falsamente que Chávez había renunciado, en el golpe de 2002. Cuando escucharon eso, la masa crítica que salió a defender dijo: ¿para qué estamos acá? Ahora, lo mismo. Si el gobierno diera una señal en ese sentido, es la señal que faltaba no sólo para que Guaidó tenga razón, sino para que el chavismo crítico también la tenga.

–Parecería que si se resuelve el problema económico desaparecería la crisis.

–Venezuela como Estado nación es viable. No tiene deuda. ¿Cómo puede salir? Tiene dos posibilidades. Una es de la mano de inversiones privadas de Rusia, China e Irán para comprar empresas públicas. Un grupo iraní acaba de comprar Bauxilum, la gran empresa de bauxita para hacer aluminio. Alguno de otro país se va a colar. Eso debería movilizar un ciclo de acumulación de capital. Todavía no está pasando, pero sí se está manifestando el interés. La otra es un pacto de Estado con las naciones que apoyan como Rusia y China, no meros acuerdos comerciales, sino pactos integrales como los pensaba Chávez.

–¿Cuál es el futuro de Guaidó?

–Si los acuerdos de Barbados prosperan a favor de la relación con los EE UU, debilitando al gobierno de Maduro, tiene futuro.

–¿Y si no prospera?

–Se le acaban las opciones. «

Estados Unidos aplica sanciones económicas

Estados Unidos aplicó nuevas sanciones a empresas y personas vinculadas con el gobierno de Venezuela, entre ellos tres hijastros de Nicolás Maduro. Es una herramienta de presión en sintonía con lo que había anunciado días atrás la UE: forzar a que el presidente selle con la oposición un acuerdo en Barbados que permita adelantar elecciones presidenciales. Entre los sancionados por Washington, 10 personas y 13 compañías, figuran Walter, Yoswal y Yosser Gavidia Flores -hijos de la esposa de Maduro, Cilia Flores-, el ex ministro y ex gobernador José Vielma Mora y el colombiano Alex Saab, a quien se señala como “testaferro” de Maduro. «Los individuos designados son responsables como cómplices o por estar directa e indirectamente implicados en una serie de transacciones que implican prácticas engañosas y corruptas y en los programas o proyectos del gobierno de Venezuela y por operar en el sector del oro», explicó el Departamento del Tesoro. Las personas y las empresas sancionadas tendrán congelados todos los activos que puedan tener en EEUU y los ciudadanos estadounidenses tienen prohibido hacer transacciones financieras con ellas. La semana pasada, la jefa de la diplomacia de la Unión Europea), Federica Mogherini, advirtió que el bloque “ampliará aun más” sus sanciones “en caso de que no obtengan resultados concretos las negociaciones en curso” en Barbados.