Humorista, conductora de radio, feminista, agitadora en redes sociales, guionista y mucho más: Malena Pichot vive cada segundo de su vida y cada proyecto con una intensidad no negociable. Las relaciones públicas y los comentarios de ascensor están fuera de su vocabulario. El relanzamiento del espectáculo Persona –que comparte con Charo López, Vanesa Strauch y Ana Carolina– funciona como una excusa ideal para asomarse a algunas de las obsesiones que marcan su día a día.

El stand up estaba fuera del imaginario argentino hasta que, ya pisando los 2000, el efecto Seinfeld comenzó a generar ecos locales. La aparición tomó forma de tendencia, después de boom y por momentos de plaga. Sostiene Pichot: «Sí, el stand up en algún momento fue moda. Quizá lo siga siendo en algún punto. Pero básicamente es un género: puede ser tan bueno o tan malo como una obra de teatro, una película o una banda de rock. El tema es cómo lo abordás. Yo detesto a casi toda la movida local y creo que el sentimiento es recíproco.»

 Pichot aborda el género con su naturaleza militante y la intensidad que la caracteriza. «Escribí un guión muy puntilloso. Pero en el stand up  tiene que parecer que lo que decís se te ocurrió en el momento. Está lo escrito, lo que vas probando show a show y lo que acomodás o inventás en el día y quizás queda para siempre. Básicamente la que está en el escenario soy yo y mis ideas. Quizás con un tono exacerbado para que resulten más movilizantes», explica.

 La otra gran pata de este tipo de espectáculos es el público. En el stand up la respuesta resulta tan inmediata como necesaria. Si la devolución no es buena el clima se cae y la experiencia puede terminar como el Titanic. «De la misma forma que hay mucha gente horrible dando vueltas en el medio, también hay públicos que son un espanto –subraya–. Nos costó años encontrar gente amorosa a la que de verdad le interesa lo que decimos, que comparte valores y no viene de casualidad».

 Más allá de sus diversos campos de acción, gran parte del público conoció a Pichot cuando encabezaba el ciclo «Cualca» en Duro de domar. «Mi paso por la TV abierta fue un error en la Matrix. Hacer ‘Cualca’ estaba bueno, pero cuando iba al piso era todo bastante feo. Lo que salía me parecía bastante choto», revela.

 ¿Habrá nuevos errores en la Matrix? Pichot es escéptica: «No creo. La televisión argentina no se banca a las mujeres que piensan. Sólo tenés que hacer zapping para comprobarlo. Se pueden bancar el feminismo si es explicado por un hombre, pero una mujer que reclame por sus derechos es catalogada inmediatamente como una hinchapelotas. Es algo que pasa a todo nivel. Mirás Las Estrellas y no se les cae ni una idea por fuera de los estereotipos. ¡Cinco minas y ni una temática real de género! Es más difícil escribir un guión así que hacerlo bien.» «

Persona. Sábados a las 23 en Santos 4040 (Santos Dumont 4040).