La Central Única de los Trabajadores (CUT) y movimientos sociales de Brasil se manfestan frente al Senado para respaldar a la presidenta suspendida Dilma Rousseff y rechazar el «golpe parlamentario».

«Esperamos dar un mensaje a la sociedad de repudio a un golpe parlamentario por parte del vicepresidente Michel Temer, que quiere instalar una agenda que retire de la legislación los derechos sociales, laborales y previsionales», dijo a Télam el presidente de la CUT Brasilia, Rodrigo Britto.

Son esperados, inicialmente, entre 20.000 y 30.000 personas para apoyar a Rousseff en el acto que preparan durante todo el día, hasta la medianoche. La Explanada de los Ministerios está dividida por un muro de metal y con cordones policiales, con un sector para los simpatizantes de Rousseff y otro para los que propugnan la destitución o apoyan al presidente interino Temer.

Britto encabeza un campamento al lado del estadio Mané Garrincha, donde grupos feministas y partidos de izquierda vendían remeras con la inscripción «Fuera Temer Golpista» a 20 reales (unos 6 dólares) y preparaban carteles con la frase «Vuelve Dilma», en medio del flujo de hinchas de Fluminense y de Palmeiras, que jugaron en ese escenario por el campeonato brasileño.

El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y líderes de los principales movimientos sociales de la izquierda brasileña asesoraron desde temprano a la mandataria suspendida, Dilma Rousseff. Un colaborador del equipo de Rousseff comentó a Télam que además de Lula participaron de la reunión una decena de parlamentarios y dirigentes partidarios y los líderes del Movimieto Sin Tierra (MST), Joao Pedro Stédile, y del Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST), Guilherme Boulos.

La intención fue darle respaldo político a Rousseff frente a la declaración en el Senado, sobre todo porque la semana pasada la dirección ejecutiva del Partido de los Trabajadores (PT) se opuso al proyecto de Rousseff y de los bloques parlamentarios de llamar a un plebiscito para convocar a elecciones en caso de que el Senado la confirme en el cargo.

La presidenta acudir al Senado junto al expresidente Luis Inácio Lula da Silva y 18 exministros y simpàtizantes como el cantautor Chico Buarque de Hollanda, para iniciar el discurso con el que comenzará su propia defensa.

Rousseff dispondrá de treinta minutos prorrogables para articular su defensa y argumentar su inocencia ante el jurado compuesto por los 81 senadores y presidido por Ricardo Lewandowski, ministro del Supremo Tribunal Federal.

La base de apoyo al presidente interino Michel Temer, liderada por Aécio Neves, ex candidato presidencial del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), se reunió para montar la estrategia de interrogatorio a Rousseff. El jefe del bloque del PSDB, Cassio Cunha Lima, dijo que si Rousseff «habla de golpe, tendrá una respuesta en el mismo tono».