Dos banderas con dos consignas encabezaron la nutrida marcha que vendedores ambulantes y miembros de la comunidad senegalesa realizaron este jueves en la ciudad de La Plata: “No al desalojo de Plaza San Martín” y “Trabajar es un derecho. Migrar no es delito”. La movilización fue para pedir que los dejen trabajar, y en reclamo por la creciente criminalización de la venta callejera en la capital bonaerense, donde el intendente Julio Garro en coordinación con la Provincia desplegó un amplio despliegue policial en el centro de la ciudad. También se sumaron denuncias por persecución y acciones racistas.

Cerca de las 13 una nutrida columna de manteros marchó desde la Municipalidad de La Plata, ubicada frente a la Plaza Moreno, hasta la plaza San Martín, donde se asienta la Casa de Gobierno Provincial. La movilización convocada por la Red Multicultural y Manteros de Plaza San Martín junto a diversos organismos de Derechos Humanos y organizaciones sociales, se produjo al día siguiente de que un grupo de vecinos evitaran la detención de un vendedor africano en el microcentro platense.

El episodio se produjo en calles 8 y 46 cuando el joven estaba siendo detenido por policías de la Provincia, y una muchedumbre intercedió, lo rescataron de las manos policiales y lo rodearon, formando un escudo humano, para evitar la detención. El episodio quedó registrado por la periodista platense Bibiana Parlatore y rápidamente se viralizó.

La denuncia de militarización y persecución policial contra los vendedores, especialmente contra la comunidad senegalesa,  fue el eje de la convocatoria. Se trata de la consecuencia de una serie de medidas impulsadas por el Intendente Julio Garro que inundó el centro de la ciudad de efectivos de la Policía Bonaerense para evitar la venta callejera.

Los operativos policiales y de la secretaría de Convivencia y Control Ciudadano municipal   comenzaron hace dos meses, cuando durante una semana la plaza San Martín permaneció rodeada por unos 500 policías bonaerenses en fila para evitar que se asienten allí las cerca de 400 manteras que vendían y trocaban ropa usada. Con la llegada de las vacaciones de invierno las razzias se extendieron a las principales arterias comerciales (avenida 7 y calles 8 y 12), donde se produjeron varias incautaciones y algunas detenciones de vendedores por “resistencia a la autoridad”.

Antes de la movilización, las organizaciones sociales y de Derechos Humanos realizaron una conferencia de prensa frente al palacio municipal donde reclamaron “por una sociedad con trabajo y sin violencia”, exigieron la “no a la militarización de la ciudad” y denunciaron las “reiteradas situaciones violentas llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad contra trabajadoras y trabajadores ambulantes”.

“Hace semanas la ciudad amaneció sitiada y militarizada. Las calles y las plazas por donde transitan nuestras familias y nuestros pibes están en virtual estado de sitio. Nos alarma el hostigamiento a las y los manteros, a las y los trabajadores senegaleses, sumado a la detención arbitraria de militantes políticos del espacio del precandidato a intendente Luis Arias que se solidarizaron ante la represión contra los que trabajan en el espacio céntrico de la ciudad”, denunciaron en un documento que leyó Solange Tercero Sus, del Foro por la Democracia y la Libertad de los Presos Políticos. También firmaron el documento, que recordó la detención de los dos militantes del Frente de Todos por solidarizarse y filmar la incautación de mercaderías en la calle, los Familiares de Detenidos Desaparecidos y Presos por Razones Políticas y Gremiales de La Plata, H. I. J. O. S, la Mesa por los DDHH de La Plata, entre otros. 

En esa conferencia, Yakelin, una mantera de Plaza San Martin que fue desalojada dos meses apuntó contra el secretario de Seguridad municipal y candidato a primer concejal, Darío  Ganduglia, contra Garro y la gobernadora María Eugenia Vidal. “Estamos siendo corridas de todos lados, de todos los espacios públicos. Nos sentimos como delincuentes al caminar por las calles, creemos que nos van a agarrar y saca las cosas, como les pasa a los manteros senegaleses. Somos iguales. Somos trabajadores y queremos trabajar”, reclamó la mujer.

Martín Vargas, abogado de trabajadores senegaleses, denunció que los miembros de esa comunidad migrante están siendo víctimas de racismo: “Se han ensañado con una comunidad extranjera que está viviendo en La Plata, que son perseguidos e identificados por su raza. Los que somos blancos podemos caminar con nuestras bolsas, pero a ellos los identifican y los persiguen a las cuadras. Apelo a ustedes porque de la defensa que hagamos los ciudadanos depende que esto se frene”, denunció.

El defensor remarcó además que la política de saturación policial del centro de la ciudad está desguarneciendo los barrios platenses: “Todos los policías que ven en el centro son los que faltan en los barrios. Por eso en la tapa de los diarios sale que en Gonnet hay robos, que en City Bell, en San Carlos, en Los Hornos, hay robos. En las actuaciones los testigos son todos numerarios de las comisarías de la periferia de la ciudad, para hacer este operativo marquetinero”.

La Municipalidad de La Plata inició persecución de los vendedores ambulantes que se incrementó en la capital provincial desde 2016. Ese mismo año las primeras manteras se instalaron en una de las veredas internas de la plaza San Martín para vender ropa usada. Dos años más tarde eran 400 mujeres. En junio, cuando el municipio rodeó la plaza con Policías, otorgó una solución: la creación del Paseo de Compras 80, un predio con puestos de feria ubicado a 50 cuadras del centro de la ciudad, donde se concentra la actividad comercial.