“Maradona es intocable”, dice el Indio Solari, líder de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, en una conferencia de prensa en un taller de periodismo. Y sigue: “Yo a Maradona lo amo, realmente. Pero no como jugador de fútbol. Me parece un tipo fantástico. Sobre todo, teniendo en cuenta desde dónde viene. Me gusta escucharlo hablar, los reclamos que hace. Hay que estar en esos calzones para ser Maradona, y más viniendo de esas villas. Además me parece un tipo fresco, un tipo bastante bien ubicado para lo que le ha pasado”. Estamos en 1992, y el Indio no habla de Maradona en un momento cualquiera: Diego ha sido desterrado de Napoli después del Mundial de Italia 90, acusado de “traidor”. En marzo de 1991, doping por cocaína y sanción de 15 meses sin jugar. En septiembre de 1991, 14 meses de prisión en suspenso por tenencia de estupefacientes. Es ahí, en ese contexto, que el Indio Solari dice lo que dice de Diego Maradona.

Ahora Diego Maradona es el entrenador de Gimnasia La Plata, el equipo de la ciudad donde germinaron los Redondos y donde el Indio Solari vivió parte de su infancia y adolescencia. Y Maradona, en un entrenamiento en Estancia Chica, se calza los anteojos espejados y se pone una gorra con la imagen del Indio, la estampita de los Redondos, un mito de la cultura rock, el más grande artista popular de la Argentina de hoy. El Indio ya le había dado la bienvenida cuando Maradona llegó para dirigir Gimnasia. “Para el Diego -dijo Solari en un video-, desearle lo mejor que venga, lo mejor que pueda hacer para los triperos, que es uno de los dos equipos platenses a los que he ido a ver, y le tengo mucho cariño porque fui de chico, también a ver los partidos ahí en la cancha. No venía a ver a Boca, que yo soy de Boca, pero iba a ver al Tripero, que es como Boca en La Plata, que tiene su identidad, y uno siente que es el más popular, el equipo de los triperos”.

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(Foto: Prensa GELP)

El look de anteojos de Maradona y Solari también se conecta con la figura del Negro José Luis, viejo capo de la barra brava de Gimnasia. El Negro José Luis, cuentan versiones, sirvió de inspiración a Solari en el tema “La bestia pop”. Justiciero y peleador, José Luis Torres fue perseguido por la policía durante la dictadura, ya que militaba en la Juventud Peronista. Era seguidor de los Redondos. Y de ahí que la bandera de Gimnasia flameara entre el público en las presentaciones iniciales de los Redonditos en La Plata. El 3 de octubre de 1988, Solari hasta cambió la letra de “Vencedores vencidos” en un show en el local platense Garage Zárate. “¡Me voy corriendo a ver que escribe en mi pared la hinchada del Lobo!”, gritó el Indio, en lugar de “la tribu de mi calle”. Las pintadas de Gimnasia con reminiscencias ricoteras y solarísticas le dan color a las calles de los barrios de La Plata. Y se ven en cada partido en la cancha del Bosque. El Negro José Luis, que lideró la barra de Gimnasia desde los 70, murió en 2001. “Una bandera azul y blanca lo envolvió al final -escribió el periodista Gabriel Fernández en Página/12-. Varias camisetas de los Redondos lo despidieron”.

En Recuerdos que mienten un poco (2019), su autobiografía-libro de memorias, el Indio cita a Maradona en varios tramos. Cuando recorre la historia detrás de cada letra de los discos de los Redondos y de su etapa solista, Solari explica en referencia a “Noticias de ayer”: “Cuando digo ‘Se desgració el campeón del hiperfútbol’, hablo de Maradona, obvio”. También recuerda la detención de Diego en el departamento de la calle Franklin en Caballito por tenencia de drogas, en 1991: “No creo que se hayan enterado ese día de que Maradona tomaba merca… En general no le erran con los cañonazos: siempre le apuntan a figuras que tienen resonancia popular y su propia manera de pensar. Todo se digita”. En 2005, cuando condujo el programa “La noche del 10” por Canal 13, Maradona lo invitó al Indio. Le agradeció, y le dijo que no iría. “La televisión -retoma Solari en Recuerdos…– es algo que está más allá de mis posibilidades. Me gusta el pinball pero no ser la pelotita, y cuando estás ahí sos la pelotita”.

La gorra con la cara del Indio en la cabeza de Maradona, en parte, respondió a aquella bienvenida que le dio cuando llegó a Gimnasia. Pero también es un mensaje después de que el sábado se presentaran en el marco de un show solidario Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado en el estadio Malvinas Argentinas, la banda del Indio pero sin él. O, mejor dicho, con el canto virtual a través de las pantallas en “Nuestro amo juega al esclavo” y “Un ángel para tu soledad”. ¿Maradona, que pareciera que habló de todo en las mil vidas que caben sólo en su vida, nunca nombró al Indio o a los Redonditos de Ricota? Hay, de momento, apenas un punto de encuentro: en 1999, año en que fue electo presidente de la Argentina Fernando de la Rúa, cuando comenzó a espesarse aún más el caldo que estalló con la crisis social y política de 2001, Diego dijo: “Cada vez que habla un político, apago la radio y me pongo a escuchar a Los Redondos”. Al fin y al cabo, Maradona y el Indio Solari comparten el poder de los mitos: crear frases que se meten de lleno en la cultura popular.