El jefe de Gabinete, Marcos Peña, apuntó contra Moyano por la movilización del próximo 22 de febrero. Aseguró que los sindicalistas se equivocan «si creen que se puede condicionar a la Justicia» poniendo «mucha gente en la calle».

«Si creen que se puede condicionar a la Justicia con poner mucha gente en la calle, se equivocan en la lectura de la realidad de una Argentina que cambió», afirmó Peña en una entrevista que publica el diario La Nación. A pesar de sus dichos, no dudó en aseverar: «Valoramos enormemente la tarea del sindicalismo y no creemos en un mensaje antisindical».

Marcos Peña desvió el sentido del reclamo al sostener que la protesta es contra la Justicia y no contra las políticas del gobierno. Sin embargo aclaró que no aceptarán lo que llamó «aprietes» del gremialismo, y comparó al líder camionero con el Pata Medina: «Si alguno cree, como lo hizo (Juan Pablo) ‘El Pata’ Medina diciendo que iba a prender fuego La Plata, que vamos a retroceder, les decimos: ‘Muchachos, eso no va más'».

Al ser consultado específicamente sobre la marcha de los camioneros prevista para el 22 de febrero, con apoyo de una parte de la CGT, Peña dijo que «hay que enmarcar algunas de estas situaciones en una teatralidad». Y subrayó que la administración de Cambiemos no cree «que haya un clima de conflictividad en los trabajadores, ni en la sociedad en general», pero que «hay una utilización de una herramienta política, válida y legitima, para transmitir un mensaje».

El jefe de Gabinete destacó el trabajo de la Unidad de Información Financiera (UIF) en las denuncias contra sindicalistas que se multiplicaron en los últimos meses, aunque aclaró que ese organismo no se ocupó sólo de investigar a los gremialistas. «Muchos informes fueron sobre las denuncias truchas que nos hicieron, y el resultado era negativo. En cambio, en estos (por casos que involucraron a referentes gremiales) aparecían problemas», justificó.

Curiosamente, a pesar de todos los despidos que el gobierno viene realizando desde diciembre con los consiguientes reclamos, el ministro coordinador evaluó «que la conflictividad sindical y laboral fue menor en los últimos dos años, que fueron más duros. Hay una economía mucho más sana y robusta, con vulnerabilidades que debemos corregir»,

Sobre el decreto que determinó la prohibición de nombrar familiares de funcionarios en el sector público nacional, Peña aseguró que se venía «analizando desde hace tiempo», al desmentir que tuviera alguna relación con la polémica que se desató por el nombramiento de una empleada de la familia Triaca en la intervención del SOMU.

«Claramente conviven situaciones distintas. Hay situaciones de nepotismo, como hemos visto en muchos lugares del país, y otros casos en los que hay personas idóneas, que son familiares, para ocupar un cargo público. Lo que interpreta el Presidente cuando decide esto es que la sociedad tiene un hastío con el contexto general del tema», sostuvo Peña.

Al referirse a la situación de Triaca, tras la difusión del audio en el que maltrató a Sandra Heredia, la empleada nombrada en el SOMU, el jefe de Gabinete analizó: «Hemos tenido varios ministros a los que les ha tocado una situación de esas y, con el tiempo, se demostró que se terminan fortaleciendo, porque ha habido un aprendizaje y una mejora en la calidad de gestión».

Peña sin aludir al megadecreto, ya denunciado en la Justicia por alterar más de cien leyes sin pasar por el Parlamento, afirmó que el envío de leyes al Congreso no será prioridad para el gobierno este año, al señalar que están «trabajando en cien políticas, pero para avanzar en ellas el Gobierno no necesita de nuevas leyes», porque «las más importantes eran el presupuesto, el pacto fiscal y las reformas tributaria y previsional, que se aprobaron el año pasado».