El reclamo central fue el de la sanción de una ley anti discriminación y políticas de protección y contención a transexuales y travestis. Fueron por la Avenida de Mayo, desde la Plaza hasta el Congreso. Llevaban disfraces de policías, obreros de la construcción, unicornios rosas y reinas de belleza, bailaban en la Plaza bajo de la lluvia, mientras cientos de parejas jugaban al carnaval con espumas y purpurina. Media docena de camiones convertidos en discotecas móviles cubiertas con banderas de todos colores eran el eje de la movilización y las plataformas desde las que se animaba a los participantes a sumarse a distintas coreografías.

Los ocho puntos del pedido oficial fueron: real inclusión y cupo laboral trans en todo el país; Ni una menos. Basta de violencia machista y patriarcal; Ley por el Derecho al Aborto. Separación de la Iglesia del Estado. Basta de subsidios a la Iglesia católica; Basta de racismo, xenofobia y sexismo; Por un ámbito deportivo sin discriminación ni violencia; Legalización del autocultivo y consumo de marihuana y Basta de persecución política a las luchadors. Libertad a Milagro Sala.

Justamente este último punto hizo que algunos sectores, como uno cercano a la UCR declinara de asistir a la marcha que culminó en la plaza del Congreso, en el escenario «Nadia Echazú» fue así bautizado en 2005, en homenaje a una activista travesti que resultó víctima de violencia policial. El cierre estuvo a cargo del grupo Bandana.

También se registraron marchas masivas en varias ciudades del país, como Córdoba, Mar del Plata, Tucumán, La Plata, Santa Fe y otras. Por caso, en Córdoba, la movilización se dio en el centro de la ciudad bajo el reclamó de políticas del estado «que sean capaces de revertir las alarmantes cifras de violencia de género». La movilización partió desde la intersección de avenida Colón y La Cañada y se trasladó hasta la ex plaza Velez Sarsfield.

En Rosario, por su lado, marcharon al Monumento Nacional a la Bandera, pero el eje fue el pedido de libertad para Yamila una joven condenada a 18 años de prisión por practicar interrupción voluntaria de su embarazo.

Por un adelanto en el horario de la impresión, la cobertura de la marcha no saldrá en la edición de Tiempo de este domingo.