El primer paro docente contra el gobierno de María Eugenia Vidal fue contundente: el nivel de adhesión superó el 90% según los gremios, una cifra que fue relativizada por las autoridades de Educación.

La medida de fuerza fue convocada por el Frente Gremial, que integran FEB, SUTEBA, AMET, SADOP y UDA, y por el gremio moyanista Udocba en reclamo de un segundo aumento salarial y dejó vacías las aulas de las escuelas públicas y privadas de la provincia.

Un relevamiento de la FEB indicó que la huelga superó el 90% de acatamiento en distritos testigos del conurbano y del interior del territorio bonaerense. “Este paro es el resultado de la falta de respuesta del Gobierno a una serie de pedidos que venimos realizando los gremios, entre los que se incluye un incremento y recomposición salarial, pero también la regularización de trámites jubilatorios, mayor presupuesto para infraestructura y comedores, creación de cargos, entre otros”, indicó la presidente de la FEB, Mirta Petrocini.

El titular de Suteba, Roberto Baradel, por su parte, detalló que la adhesión fue «casi total» y advirtió que el gobierno provincial debe «reaccionar» y dejar de hacer «oídos sordos» ante el reclamo de reapertura de las negociaciones paritarias, para acordar un nuevo aumento salarial frente a «la pérdida del poder adquisitivo» producto de la inflación.

«La Ciudad de Buenos Aires destina 40 pesos por alumno y la Provincia destina 12 pesos por alumno», contrastó. El líder gremial sostuvo también que «hay cinco mil docentes en la provincia (de Buenos Aires) que no cobraron el salario o lo cobraron en forma irregular».

En febrero, los gremios y el gobierno de Vidal acordaron un incremento del 34,6% en tres cuotas -febrero, marzo y julio- y la posibilidad de reabrir la discusión en el segundo semestre de acuerdo a la suba de la inflación.  Por eso, a comienzos de julio, los representantes gremiales habían planteado la necesidad de una suba de alrededor del 15% por entender que el aumento otorgado ya había sido licuado por la inflación de los últimos meses. En la semana esperaron una contrapropuesta, pero los funcionarios de Vidal aseguraron –tras hablar en detalle de indicadores macroeconómicos- que el aumento firmado en marzo aún no fue superado por la inflación y que a fin de año llegarán “empatados”.

Por su parte, el ministro de Trabajo de la Provincia, Marcelo Villegas, amenazó con descontarles el día a los docentes que adhirieron a la medida de fuerza. «No había una razón objetiva para que cuatro millones de chicos se queden sin clases.  El empleador tiene derecho a hacerlo. No había una razón objetiva y corresponde el descuento del día. Veremos cómo lo implementa el ministro (de Educación bonaerense, Alejandro) Finocchiaro», dijo Villegas en diálogo con radio Vorterix Rock.

El paro coincidió con la medida de fuerza multisectorial convocada por los estatales de ATE, los médicos de la CICOP, los judiciales de la AJB y los docentes de Udocba, gremio minoritario que firmó en disconformidad el primer aumento y que viene cumpliendo medidas de fuerza desde marzo.