Sergio Massa puede ser varias cosas al mismo tiempo. Desde alfil y armador político de una construcción que finalmente catapulte a otro –a Roberto Lavagna, claro– hasta la pieza difícil que necesita el panperonismo para intentar el triunfo en primera vuelta. Massa sabe que otros lo quieren en sus filas. El exintendente de Tigre y también precandidato entiende que una fusión de sus votantes con los que prefieren al PJ orgánico y al kirchnerismo pondría al frente opositor resultante en la órbita de los 40 puntos o más. Por el lado de Lavagna, que acaba de lanzar su propio espacio –bautizado Consenso 19-, un tándem con Massa le permitiría no dividir los votos de la posición que promete salir de la grieta atribuyéndose la representación del centro del espectro ideológico. Massa es la figurita a la que los otros quieren incorporar, pero él –quedó claro con el acto de relanzamiento que encabezó el martes pasado en la Rural– tiene sus propios planes.

Su insistencia en ofrecerse como el instrumento para la salida de la crisis y la pacificación de la fractura política tuvo una puesta en escena hi-tech propia de una convención estadual del Partido Republicano o del Demócrata. «Yo voy a estar donde me pongan los votos», fue una de las definiciones que resonó en el pabellón Frers de La Rural, un espacio para eventos con capacidad para 500 personas sentadas o 1000 paradas.

La frase sobre la subordinación de Massa al veredicto de las urnas habilita interpretaciones diversas: por un lado, ratifica la intención del líder del Frente Renovador de competir con Lavagna en unas PASO de Alternativa Federal. Como se sabe, el propio Lavagna desechó públicamente esa posibilidad. Otra opción, que Massa no descarta y que está atada a la decisión final de la senadora y expresidenta Cristina Fernández, sería competir dentro de una gran primaria de todo el panperonismo.

Esta segunda hipótesis requiere de una condición de posibilidad: que CFK desista de ser candidata presidencial. Ante ese escenario, con Cristina en el rol de articuladora, tanto si manifiesta su apoyo a algún precandidato o si se mantiene prescindente hasta que alguien resulte ungido, Massa sí estaría dispuesto a participar ‘por dentro’ del peronismo. Una tercera alternativa, de la que ya se habló, que pareció caerse pero que algunos analistas consideran intacta, sería que Massa sea candidato a gobernador. La incógnita, en ese caso, es por cuál espacio lo haría.

Desde el peronismo abundan los gestos dirigidos al tigrense. El titular del PJ, José Luis Gioja, lo convidó públicamente a sumarse en el último Congreso partidario. En diálogo con Tiempo, Gioja ratificó nuevamente esa invitación. «Yo no he conversado con Massa, pero sé que otros compañeros lo están haciendo. Incluso en las declaraciones que él hace regularmente, veo que esa posibilidad (de que participe en la PASO del panperonismo y aliados) es real y que se podría. Nosotros vamos a invitar a todos, no vamos a excluir a nadie. Y el que se quiera excluir, será porque se autoexcluye», aseguró.

Massa tiene comunicaciones permanentes con algunos dirigentes del peronismo y del kirchnerismo que en cierto modo cumplen funciones de enlace: los más conocidos son el exjefe de Gabinete Alberto Fernández y el diputado Eduardo «Wado» De Pedro. En la semana que pasó incluso circuló el rumor de que Massa mantuvo un diálogo directo con la propia CFK.

Por otro lado, Massa conoce detalles del armado político y de la vinculación con la sociedad de la propia Cristina. Tanto del pasado como del presente. Un dato que no trascendió demasiado es que el actual gurú en materia de comunicación política del propio Massa, el catalán Antoni Gutiérrez-Rubí, de la consultora Ideograma, trabajó junto a CFK para las legislativas de 2017. Luego se distanció. Hoy el peronismo recurre para esos fines a un publicista identificado históricamente con el peronismo, Enrique Albistur, primer secretario de Medios del kirchnerismo.

Los gestos amistosos hacia Massa surgen hasta de las voces más impensadas. «Nosotros ya dijimos que Massa tiene que formar parte de nuestro frente opositor», señaló el viernes el diputado Andrés Larroque, dirigente de La Cámpora. «En el marco que se está viviendo entendemos que las PASO pueden ser un mecanismo ordenador. Salvo para los que estén con Macri. Tenemos que encontrar la forma de ordenar los matices dentro de los sectores opositores y lograr cambiar la política económica del país», aseguró el camporista en diálogo con FM La Patriada. «