Luciano Alí tiene 28 años y desde hace ocho es jugador profesional de póker. Gracias a las cartas, viajó a Las Bahamas, Chile, Uruguay, Brasil y Panamá. En noviembre de 2016, el joven de Baradero, provincia de Buenos Aires, ganó un torneo de Pokerstars, la compañía de póker más grande mundo. Del “MiniSundayMillions” participaron más de 10 mil jugadores y Luciano se llevó 25 mil dólares. Antes, en 2014, había ganado un torneo clasificatorio para representar a la Argentina en el PCA de Bahamas. “La entrada –recordó- valía 10 mil dólares. Me gané la chance en un clasificatorio: el viaje incluyó avión, pasajes y hotel”.

Pero el 18 de febrero de este año, Luciano tuvo una mala mano. La Policía allanó su casa, lo detuvo y desde entonces sigue preso. Su hermano Nicolás se presentó días más tarde en la comisaria y también fue detenido. ¿El motivo? Las plantas de marihuana que los jóvenes cultivaban para tratar una afección en los huesos de su madre y porque ambos son asmáticos.

«Cultivaba en mi casa, ‘indoor’ y algunas en exterior, ese fue el problema: un pibe entró a robar y se llevó tres plantas. Resulta que a los tres días cayó detenido y para zafar, marcó mi casa. Al toque me cae el allanamiento, por otro motivo la policía no se podía enterar porque yo no le vendía marihuana a nadie, ni siquiera a mis amigos. En casa teníamos algunas plantas y muchos plantines: lo necesario para producir aceite para el tratamieto de un año. Hacia nueve meses que cultivábamos, recién arrancábamos”, explicó.

-¿Cómo te trató la Policia?

-Me trataron como si fuera el peor narco; llegaron a mi casa encapuchados y bajaron la puerta con uno de esos fierros grandes. Yo estaba tomando mates, les podría haber abierto si tocaban timbre.

-¿Qué pasó después?

-Me tiraron al piso y comenzó el maltrato: esposas bien ajustadas y se pusieron a revisar todo. Obviamente lejos de ser un narco, no encontraron armas, ni celulares, ni cocaína, ni prensadoras, solo mis plantas de marihuana. Pero ellos querían el premio y trataron de engrosar lo más posible la causa. Me acerqué al fiscal para comentarle que tenía las plantas para hacer aceite medicinal para mi viejita y no le interesó. Nadie me preguntó nada. No hicieron investigación previa, no tenían ni fotos ni escuchas y mucho menos pruebas de comercialización en mi contra, no sabían diferenciar la flor de la planta.

-¿Cuál fue el trato por parte de la Justicia?

-Hasta el momento me trata como si hubiese robado un banco, con rehenes y me hubiese resistido a la autoridad. Me bajaron la preventiva sin justificación: dijeron que había riesgos de fuga, no les quedaba otra excusa.

-¿Tu caso pasó de la Justicia Provincial a la Federal?

-La Justicia Provincial fue la que me bajó la preventiva por eso mis abogados pidieron la incompetencia y que la causa pase al fuero Federal, al juzgado de Campana. Pero resulta que es un juzgado que trata causas muy grandes y a la mía la tienen dormida hace meses. Mientras tanto, estoy preso injustamente

-¿Dónde te alojaron?

-Al principio estuve tres días en un calabozo clausurado en Baradero. Después me trasladaron a comisaría de San Pedro donde estuve 18 días, hasta que me mandaron al penal de San Nicolás UP3; ahí estuve un mes en Alcaidía, un lugar horrible, 24 horas encerrado, sin ducha y sin patio. Ahora estoy en un pabellón: las puertas permanecen abiertas de siete de la mañana hasta las 20. Y una vez a la semana tenemos una hora de patio. Convivo con otros 70 internos, todos de causas diferentes. Acá la felicidad es haber conseguido un colchón, porque dormí un mes y medio en el piso, arriba de dos mantas.

El caso de Luciano no es un hecho aislado. Este año fueron detenidos distintos militantes canábicos: el caso de Adriana Furnaro, histórica activista, causó conmoción porque producía aceite medicinal para una niña que sufría convulsiones. Todos los casos mostraron el nulo trabajo de investigación policial para comprobar la comercialización. Por eso, desde el Frente Organizaciones Cannabicas Argentinas (FOCA) presentaron un escrito ante el juez federal de Campana Adrian Charvay para que dicte la prisión domiciliaria de los hermanos hasta que se esclarezca el caso.

FOCA es un Frente de Organizaciones Cannabicas, integrada por 31 organizaciones de todo el país, cuyos principales objetivos son promover el reconocimiento del valor terapéutico del cannabis y difundir la lucha por los Derechos Humanos, las libertades individuales y el derecho a la Salud. En el documento, figura: “Luciano es ex estudiante de Ingeniería y jugador profesional de Poker, reconocido por haber jugado en varios Torneos Internacionales. Nicolás es Analista en Sistemas. Ellos no tienen antecedentes, su casa no tiene lujos y es alquilada, no tienen automóvil ni casa propia, Luciano cultiva su jardín para su uso personal y terapéutico. Durante el allanamiento no se hallaron elementos como armas, ni prensadora, ni marihuana fraccionada, ni ningún indicios de comercialización”.

Por su parte, Nicolas Milione, integrante de Acción Canabica, consideró: “Los compañeros son asmáticos, están en una celda para dos personas y son cuatro. Su estado de salud se agrava. Están en condiciones infrahumanas. Desde Acción Canabica pedimos su pronta liberación y que la Policía no persiga a los usuarios terapéuticos”.

Al cierre de esta nota, el juzgado federal todavía no había dado respuestas.