El presidente ruso, Vladímir Putin, felicitó al pueblo estadounidense por la conclusión de las elecciones de EEUU y aseveró que Rusia está dispuesta a hacer su aporte para mejorar las relaciones con EEUU tras la victoria de Trump y a «hacer todo lo posible para que las relaciones ruso-estadounidenses vuelvan a la trayectoria de un desarrollo estable».

China, la otra potencia que tuvo sus idas y vueltas durante la gestión de Barack Obama y forma parte del grupo de naciones BRICS junto con Rusia, Brasil, India y Brasil, declaró a su vez que espera hacer esfuerzos conjuntos con el nuevo gobierno estadounidense para mantener unas relaciones duraderas, sanas y de crecimiento estable y beneficiar a los pueblos de los dos países y del mundo.

«Durante la campaña de las elecciones presidenciales, algunos comentarios alegaron que el comercio entre China y EEUU había afectado al empleo del pueblo estadounidense», recordó l portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Lu Kang. «En realidad, el comercio bilateral ha generado beneficios a ambos pueblos y aumentado el empleo en Estados Unidos», señaló.

En India, otra potencia clave, el primer ministro, Narendra Modi, felicitó a Trump por el resultado electoral mientras la formación ultraderechista «Hindu Sena» celebró con golosinas, tambores y bailes la victoria del magnate al que calificó de «rey del mundo». El partido neonazi griego Amanecer Dorado se sumó a la celebración y calificó el triunfo de Trumpo como una victoria contra la «inmigración ilegal» y a favor de naciones «étnicamente limpias.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, felicitó también Trump, a quien calificó como «un verdadero amigo del Estado de Israel». En esa región conflctiva, el primer sitio donde tendrá que tomar partido el nuevo mandatario, el rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdelaziz, expresó junto a otras monarquías del Golfo Pérsico su esperanza en que la elección el magnate traiga «estabilidad y seguridad» a Medio Oriente. «Todos anhelan su fortalecimiento y desarrollo en todos los ámbitos, por el bienestar común», dijo el rey.
Los países del Golfo, con Arabia Saudita a la cabeza, son importantes aliados regionales de Estados Unidos en materia de seguridad y económica, pero durante el último mandato de Barack Obama la relación se había enfriado. Estos lazos se vieron afectados principalmente por el acuerdo nuclear con Irán, rechazado por las monarquías sunnitas del Golfo, así como por lo que consideraban una política blanda en el conflicto de Siria.

El gobierno iraní se limitó a decir en este contexto que celebrara el triunfo de Trump y que esperaba se respetaran los acuerdos firmados el año pasado con Barack Obama.
Las primeras reacciones muestran a América Latina dispuesta a trabajar con la futura administración Trump, aunque con dos salvedades: México y Chile.
El presidente mexicano Enrique Peña Nieto reiteró al mandatario electo su compromiso de trabajar juntos, pero su canciller insistió en que México no pagará un muro fronterizo. «Felicito a Estados Unidos por su proceso electoral y le reitero a @realDonaldTrump la disposición de trabajar juntos en favor de la relación bilateral», escribió Peña Nieto en su cuenta de Twitter.

A finales de agosto, Peña Nieto recibió sorpresivamente a Trump en la residencia presidencial de Los Pinos, lo que desató una oleada de críticas por el discurso antiimigrante del republicano y porque durante la campaña tildó a los mexicanos de criminales y dijo que hará construir un muro fronterizo pagado por México.

Chile, por otro lado, expresó su preocupación por el «incierto» destino que podría tener el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) suscrito este año por 12 países, tras la elección del magnate, quien fustigó este tipo de convenios y prometió sacar a EE UU de esas negociaciones.

El presidente de Brasil, Michel Temer, a su turno, declaró que la victoria del republicano «no cambiará nada» en las relaciones entre ambos países. Las relaciones con Estados Unidos son una de las prioridades del gobierno de Temer, quien asumió el poder el pasado 31 de agosto tras la destituciónde Dilma Rousseff, destituida luego de ser acusada de irregularidades fiscales.

A su vez, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, manifestó que su país profundizará la relación con Estados Unidos. «Celebramos espíritu democrático de EEUU en #ElectionNight. Con Donald Trump seguiremos profundizando relación bilateral», escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.

El diario oficial cubano Granma publicó que Trump venció en las elecciones «contra todos los pronósticos» y atribuyó su victoria a votantes «desencantados» con «los políticos tradicionales de Washington». Trump «logró su sorprendente victoria gracias a los votos de millones de estadounidenses, la mayoría de ellos blancos y de zonas rurales, que están descontentos con el rumbo de su país y desencantados con la figura de los políticos tradicionales de Washington», analizó el diario, órgano del gobernante Partido Comunista de Cuba. Granma no mencionó por el momento el deshielo bilateral en marcha contra el cual Trump se manifestó durante la campaña.