«Estamos a favor de las dos vidas. La vida comienza desde la concepción. Dios es el único con derecho a dar y quitar la vida. El aborto no es un tema de salud porque mueren muy pocas mujeres, hay otros problemas más importantes. No es urgente ni necesario. Con este proyecto se podrá abortar hasta el noveno mes de embarazo. Es un genocidio, un asesinato masivo, un nuevo Holocausto.

Nunca es oportuno debatir este tema, pero justo este año y antes de Navidad, que muchos estamos esperando para pasar las fiestas en paz, es un despropósito. Una falta de respeto. Si hay aborto no hay Navidad porque el niño Jesús no hubiera nacido. Diputados y senadores, no se coloquen en el lugar de Dios. La vida le pertenece a Dios, él determina la hora de nacer y la hora de morir.

Las mujeres no pueden decidir solas el aborto porque no tienen en cuenta al hombre que aporta la mitad de los cromosomas. A las mujeres que quieren abortar y son pobres, por favor, envíenlas con nosotros, nosotros nos ocupamos. Después del aborto ya sólo faltará aprobar el asesinato de ancianos. Esta ley fomenta el aborto, lo impone a todas las mujeres. El aborto produce infertilidad. Trauma a las mujeres de por vida. No es interrupción porque algo que se interrumpe continúa, y acá se termina con la vida.

La Ley es una conspiración del FMI para afectar la soberanía de Argentina. Hay una innegable vinculación entre la legalización del aborto y las políticas de la usura internacional. Las últimas semanas el Ministerio de Economía tomó medidas pro-mercados, no es coincidencia que quieran aprobar ahora el aborto. Es un plan financiado por George Soros y Bill Gates.

Los no nacidos podrían haberse destacado como panaderos, en patinaje sobre hielo, o haber sido Cavenaghi. En Argentina siempre hay lugar para un hijo más. El problema no es que la madre mate a su hijo, sino que nos priva a toda la sociedad de ese argentino. Sabemos de personas que han sobrevivido al flagelo del aborto y hoy son referentes de nuestra sociedad: pintores, cineastas, jugadores de futbol.

En la tercera semana de vida el embrión produce su propia sangre. El embrión no tiene buena prensa. ¿Van a atreverse a votar como inmorales? Se busca un descarte selectivo de seres humanos. Las mujeres abortan por presiones de sus familias y sus parejas, no por voluntad propia. El proyecto es un plan de una minoría burguesa. La marea verde de la que hablan es un simple charquito. Recordemos que, en El señor de los anillos, Gandalf le dice a Frodo: ‘¿Puedes tú devolverle la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte. Incluso el más sabio de los hombres no puede ver el final de todos los caminos. Démosle una oportunidad a cada ser humano.

Es una iniciativa oportunista de un presidente populista para desviar la atención de otros problemas más graves. Es inoportuna porque se presentó en medio de la pandemia de coronavirus, cuando hay más pobreza y más crisis económica. Es un tema que no le interesa a la mayoría. Es un proyecto inconstitucional que viola la Declaración de los Derechos del Niño y el Pacto de San José de Costa Rica. Tuvo un inadecuado tratamiento exprés, divide a los argentinos y no será gratuito porque lo pagaremos todos con nuestros impuestos.

Mejor aprobemos la adopción prenatal. No sigamos la moda feminista que quiere exterminar la vida humana. No es un reclamo de nuestras mujeres, sino de grupos militantes que han quedado atrapados en consignas del pasado que no están en la agenda de nuestros jóvenes. Cada vez son más los que tienen acceso a la información y conciencia de los efectos negativos del aborto. Esta ley no sirve.

El aborto es una herida que no sana con el tiempo, estamos legalizando un dolor. Cada peso que vamos a poner en aborto es un robo a la vida de los que quieren nacer. El Estado obliga a parir, no a maternar. En los países donde se legaliza, los abortos aumentan. Y no baja la muerte materna. El sistema de salud va a presionarse más por los abortos. Si tanto les molesta Dios, sáquenlo de la Constitución. Es necesario que las mujeres tengan hijos porque Argentina es un país semipoblado, hacen falta más habitantes. Legalizar el aborto es una pena de muerte sobre una persona que no cometió ningún delito.Muchas mujeres quieren abortar porque no tienen un hombre suficientemente valiente a su lado. Esos varones están de fiesta en este momento con esta ley. Los violadores también celebran. Nadie ha explicado por qué a la interrupción del embarazo se le pone como fecha mil días.

Con el aborto sólo se beneficiarán las clínicas clandestinas que ya realizan abortos y los hombres cobardones. Acá tenemos un fetito, se le ven las huellas digitales a las 12 semanas. Así como de un embrión de vaca nace un ternero y no un chancho, un embrión del que nace un hombre es un ser humano. De un embrión de pollo no puede nacer un ser humano aunque meta un huevo de gallina en un útero humano. Los fetos de 24 semanas lloran, cuando los abortan los desmembran y si nacen vivos los dejan en bolsas de basura. Que las mujeres exterminen a sus hijos es la solución del gobierno para dejar de pagar la Asignación Universal por Hijo. Quieren la eugenesia para que no nazca un chico down, eso habilita a elegir un hijo a la medida.

El embarazo es un momento mágico, una aventura. El proyecto busca normalizar el asesinato de un bebé y transformar a los ginecólogos en partícipes necesarios, en sicarios. Van a obligar a los médicos a asesinar a los bebés por nacer. Técnicamente no es un genocidio pero sí es una acción de mortandad serial. Todas las mujeres que abortan en algún momento piensan en suicidarse porque su cerebro registra la impronta de la muerte.

Genocidios como el aborto ya lo hemos vivido en la conquista de América y el exterminio de las poblaciones originarias, el secuestro y esclavitud de las personas africanas y en los programas de exterminio de las personas con discapacidad de la Alemania nazi.

Cuando la mamá huele la cabecita del recién nacido a través de las feromonas va a producir la liberación de oxitocinas que preparan a la mamá para amar al recién nacido. Hay un entrelazamiento entre la madre y el embrión, la persona gestante recordará el resto de su vida que estuvo embarazada. Más allá de que sea un embarazo no deseado, el cerebro de la mamá está preparado para amar, se producen mecanismos subatómicos biológicos que se desatan en la psiquis de la madre.

Las mujeres están destinadas para la maternidad porque cuando el cigoto se forma envía señales al cerebro produciéndose un entrelazamiento entre ella el embrión, más allá de cómo se haya producido el embarazo, aunque haya sido una violación, los genes transmiten información psicoemocional de cuatro generaciones atrás.

Las niñas y adolescentes deben parir si quedan embarazadas, así haya sido por una violación, porque no están capacitadas para decidir un aborto. No hay cerebro en la púber, en la adolescente. No hay capacidad de elaboración a esa altura de la vida para tomar esa decisión. El cerebro está cableado para creer en Dios. Desde los orígenes de la evolución el hombre ha sido un ser espiritual y esto en la mamá surge desde que registra que en su vientre hay un ser viviente. Esto no es religión. No se puede matar a Dios».

Así los ¿argumentos? que hemos tenido que escuchar en la Cámara de Diputados y en el Senado.

Que sea Ley.

Seguimos. «