En una nueva audiencia realizada el miércoles en la subsecretaría de Trabajo porteña, la empresa ratificó su negativa a reconocer la precariedad en las condiciones de seguridad que llevaron a que se produjeran cinco muertes por accidentes laborales en apenas cinco años. La última fue la de Matías Kruger, ocurrida hace poco más de una semana.

En el acta, los gerentes de la parte empresaria aseguran que los protocolos vigentes “garantizan que las tareas se realizan de manera segura”.

Los delegados ratificaron que la empresa debe reconocer las condiciones de trabajo que están incluidas en el protocolo de seguridad que ellos mismos elaboraran y dejaron sentado en la sede laboral que instruirán a los trabajadores para que interrumpan sus tareas cuando consideren que existe “riesgo potencial para la salud de los trabajadores”.

La empresa dejó constancia de que “con relación a la abstención de cumplir con el débito laboral por parte de los trabajadores que refiere la asociación gremial, se señala que no hay presupuesto fáctico ni jurídico que justifique comportamientos de ese tipo» y además, en tono de amenaza dejaron constancia de que «la normativa pertinente establece requisitos rigurosos cuyo incumplimiento determinará que actitudes de esa naturaleza resultarán contrarias a derecho”. 

La parte gremial, sin embargo, ratificó las medidas dispuestas por sus cuerpos orgánicos y explicó que las mismas tienen carácter “preventivo para la salud psico física de los trabajadores asignados a tareas de alto riesgo eléctrico”.

La cartera dispuso una nueva audiencia para el jueves 29.

El delegado de talleres Christian Paletti, presente en la reunión, aseguró que «es imposible esperar en una materia donde se juega la integridad física de los trabajadores. Nos vemos obligados a implementar la abstención de tareas en sectores de trabajo donde exista riesgo laboral manifiesto. Se expuso incluso, que la ley recientemente votada en el Congreso sobre enmiendas a la Ley de Contrato de Trabajo, deja explícito que el trabajador puede negarse a realizar tareas que impliquen riesgo, sin que sea motivo de interrumpir la remuneración correspondiente».

Finalmente se manifestó en favor de que »se convoque con extrema urgencia al cuerpo de delegados para implementar las medidas de acción directa, ya votadas por el cuerpo de delegados en caso de negativa empresaria».