México, Guatemala, Honduras y El Salvador acordaron este miércoles crear un grupo de alto nivel para velar por los derechos de los migrantes centroamericanos en tránsito hacia Estados Unidos, intercambiar información y enfrentar la amenaza de las deportaciones masivas del gobierno del presidente Donald Trump.

Los cancilleres del llamado Triángulo del Norte de Centroamérica -Guatemala, Honduras y El Salvador- se reunieron con su par mexicano, Luis Videgaray, para plantear la conveniencia de unir fuerzas a través de sus 44 consulados, que se sumarían a los 50 con que cuenta México en Estados Unidos.

«Muchas veces, en pequeños municipios por donde van transitando los migrantes, hay problemas con autoridades locales, con policías municipales, en algunos casos incluso estatales y, por supuesto, con grupos del crimen organizado», afirmó Raúl Moralez, canciller de Guatemala, citada por la agencia ANSA.

«Es un tema que nos preocupa muchísimo», afirmó y dijo que Videgaray «no dudó ni un segundo en crear este grupo».

La vicecanciller para América latina y el Caribe de México, Socorro Flores, informó que la coordinación entre consulados de los cuatro países en Estados Unidos permiten «intercambiar información para compartir qué está pasando» y así tomar acciones concretas en beneficio de los inmigrantes.

Por ahora, sin embargo, no se acordó realizar acciones conjuntas en otros ámbitos como la defensa jurídica de los emigrantes sin documentos de los cuatro países o sistemas de alerta para proteger sus derechos.

Los cancilleres plantearon a Videgaray un plan de colaboración consular ante la política de deportaciones del presidente de Estados Unidos.

México y los países del Triángulo del Norte mantienen una alianza consular desde diciembre de 2016, suscrita con la ex canciller mexicana Claudia Ruiz, mediante la cual los cuatro países pueden ayudar a sus ciudadanos y otorgarles una mayor cobertura política y legal cuando se concreten las deportaciones masivas de Trump.

En los últimos días organizaciones civiles estadounidenses denunciaron que las deportaciones crecieron en todo el país, pero el número aún está lejos de los dos o tres millones de inmigrantes sin documentos que Trump prometió expulsar de inmediato ni bien asumió en la Casa Blanca.

Las cuatro naciones además analizaron esquemas para fortalecer la protección de los derechos humanos de los migrantes, tanto los que regresan como los que van en tránsito hacia Estados Unidos.

México mantiene un programa denominado Frontera Sur que emite permisos temporales para los migrantes centroamericanos, pero ha sido duramente criticado por la oposición mexicana, que considera que a través de esta estrategia le hace «el trabajo sucio a Estados Unidos» para frenar la avalancha de personas sin documentos.

Se estima que unos 400.000 centroamericanos atraviesan cada año por México en busca del «sueño americano», pero en su trayecto son objeto de abusos tanto de la policía migratoria y otras autoridades locales como de las pandillas centroamericanas conocidas como maras que operan sobre todo en la región sureste y de miembros del crimen organizado.

Los cancilleres se reunieron hoy aprovechando que todos estaban en México para asistir a la conmemoración del 50 aniversario del Tratado de Tlatelolco, el acuerdo que creó una zona libre de armas nucleares en América latina y el Caribe.

La canciller de Honduras, María Dolores Agüero, explicó que el grupo de alto nivel estará formado por los viceministros de Relaciones Exteriores de los cuatro países.

Agüero apeló al principio de «responsabilidad compartida, pero diferenciada» en el fenómeno del flujo de inmigrantes sin documentos que se registra en México.

En 2016, México devolvió 143.226 ciudadanos centroamericanos, la mayoría de Guatemala -59.679-, seguido por Honduras, El Salvador y otros países.

Por eso, la ministra hondureña subrayó la necesidad de «generar mayores oportunidades en nuestra región, mejorar las condiciones de seguridad por ser países de tránsito hacia el norte y evitar que nuestras generaciones jóvenes tengan que emprender ese terrible tránsito por todo este territorio hasta llegar a Estados Unidos».