Tras un año pésimo para la industria automotriz que sufrió una dura debacle a la par del ascenso de los autos importados, la familia Macri auspicia la llegada de una nueva marca china, en este caso DFSK. La firma ofrecerá en el mercado local cuatro vehículos utilitarios con los que buscará destronar a la Toyota Hylux, que lideró las ventas del mercado local en 2016. 

La llegada de los chinos sumará su aporte al aumento de las importaciones de autos, que en 2016 trepó un 39,93% proveniente en mayor medida desde Brasil. El año pasado ingresaron al país 473.109 vehículos contra los 338.093 que entraron en 2015, detalló a Tiempo la consultora ABECEB a partir de datos del Indec y de la Aduana.

La empresa se autodefinió por medio de un comunicado de prensa como “uno de los tres fabricantes de automóviles más grandes de China y líder en la región” e informó que “arriba a la Argentina de la mano de Sidequip, empresa perteneciente al Grupo SOCMA y comercializará varios modelos de utilitarios”.
El director de Negocios Automotrices del Grupo Socma, Serafín Álvarez Tato, afirmó: “Nos complace acompañar la llegada de DFSK al país, una prestigiosa compañía y líder en su región, cuyos productos rápidamente se convertirán en herramientas esenciales para los trabajadores, ya que son vehículos innovadores y sumamente productivos en las tareas en que se implementen”. 

Los datos completos de las importaciones de diciembre todavía están en cálculo, según fuentes del sector importador y de las terminales. Entre enero y julio, no obstante, la entrada de producción extranjera aumentó un 42%. En la segunda parte del año el proceso importador siguió su curso con la misma intensidad y explicó un porcentaje mayoritario de las 709.482 unidades 0km vendidas por las concesionarias en todo el año.

La mayoría de los autos importados llegaron desde Brasil. Las terminales (las mismas empresas radicadas en el país) le dieron prioridad a la producción del socio del Mercosur para aprovechar las modificaciones impositivas que decidió el gobierno de Mauricio Macri y el levantamiento del cepo cambiario.

Con el mercado frenado por la crisis, las terminales brasileñas acumularon un stock superior a los dos millones de vehículos que importaron al país prácticamente al 50% del costo de fabricación argentino, lo que permitió a las concesionarias ofrecer suculentos descuentos en los precios de lista. 

La ventaja redundó en un boom de ventas (el único indicador positivo de la economía desde que asumió Macri) pero se llevó puesto al mercado de vehículos usados, que cayó el 14,69% en 2016. 

A contramano, la producción automotriz cayó 10,2 por ciento en 2015 respecto al año anterior. Por el cambio de las condiciones y las políticas concretas del gobierno nacional los asalariados (también de industrias relacionadas como la autopartista y la del neumático) sufrieron despidos, suspensiones, retiros voluntarios y vacaciones anticipadas que se contaron por miles.

Aunque la Cámara de Importadores y Distribuidores Oficiales de Autos (Cidoa) dijo que la marca china que viene de la mano de los Macri “hasta hoy” no se presentó oficialmente a sus pares que operan en el país, DFSK agregó que en los próximos días estarán disponibles sus vehículos Serie C, C31 Truck Cabina Simple, C32 Truck Doble Cabina, C35 Cargo Van y Pick UP K01.

Por su perfil, los vehículos vienen a disputar mercado a la Toyota Hylux, que en 2016 terminó al tope de las ventas, principalmente traccionada por el sector agropecuario en un año en el que terminó largamente favorecido por la eliminación de las retenciones a las exportaciones de granos.