“Siempre decimos que las vacunas son solidarias, que nos protegen a nosotros y a quienes nos rodean. Y en este caso no hay dudas de que la vacuna somos nosotros”, aseguró la secretaria de Acceso a la Salud Carla Vizzotti. Sus palabras buscaron aplacar la ansiedad que genera el aumento de los casos positivos de Covid-19 y, al mismo tiempo, reforzar la importancia que cumple el aislamiento en la estrategia de mitigación. Mientras tanto, especialistas de todo el mundo están exceptuados de la cuarentena para trabajar en la búsqueda de un remedio que, según estiman los expertos, no estará disponible para humanos antes de los 12 meses. 

Especialistas de todas las latitudes están exceptuados de la cuarentena para tratar de desarrollar lo antes posible una medicina que pueda terminar con esta pandemia. Pero China, Rusia y Estados Unidos parecen haber tomado la punta en esta carrera por reafirmar el liderazgo en un contexto de crisis. El gigante asiático informó esta semana, a través de su Ministerio de Defensa, que un equipo de investigación de su Academia Militar de Ciencias, desarrolló un compuesto que demostró éxito en el tratamiento de monos infectados, por lo que autorizó su prueba en humanos. Científicos chinos aseguran haber testeado con éxito una vacuna en animales.

Esos test comenzarían a realizarse en abril, según mencionan. El primer ministro de la Federación Rusa, Mijail Mishustin, también hizo público que un grupo de investigadores de su país está probando actualmente seis vacunas distintas contra el coronavirus. Las pruebas, advirtieron, tomarían al menos 11 meses de efectividad probada antes de ser aplicadas al público en general. Donald Trump, el presidente de EE UU, no quiso quedarse atrás. Y aunque al principio había minimizado los posibles efectos del virus, ahora comenzó a tomárselo más en serio. El jueves anunció que que flexibilizaría los “trámites burocráticos” para desarrollar más rápidamente terapias para tratar pacientes con Covid-19. En su conferencia de prensa también se ufanó de haber comenzado el ensayo clínico de una vacuna para el virus y comentó que en su país ya se estaba probando con dos medicamentos para paliar las consecuencias de la enfermedad: la hidroxicloroquina y la cloroquina. 

Ambos medicamentos están incluidos dentro de las drogas recomendadas por la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) para tratar pacientes con patologías respiratorias graves. Son fármacos que también se usan hace más de 70 años para el tratamiento de malaria y artritis. “Nosotros, el antipalúdico (la cloroquina) lo estamos usando en el Hospital Posadas. Hasta ahora los primeros informes son débilmente positivos”, comentó el ministro de Salud, Ginés González García. Para contribuir en este momento del país, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación además conformó esta semana la Unidad Coronavirus Covid-19, un grupo que involucra a investigadores del Conicet y de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación para desarrollar kits de diagnóstico rápido; analizar datos y describir escenarios epidemiológicos; y poner a disposición laboratorios para que se sumen al diagnóstico por infección. Para eso se destinaron inicialmente 25 millones de pesos. Un presupuesto que podría ampliarse. «