El vicepresidente Mike Pence luce todavía más beligerante que el primer mandatario estadounidense. Lo muestra cuando visita algún país de la región con aires de comandante en jefe que pasa revista a una tropa díscola. Ahora acaba de anunciar que en dos años se pondrá en marcha la sexta rama de las Fuerzas Armadas, que el presidente Donald Trump ya había adelantado en junio pasado (ver aparte) y pidió al congreso 15 mil millones de dólares para crear una estructura centralizada en ciberseguridad donde se unifiquen “todos los recursos destinados a afrontar ese problema”.

Para reforzar esta postura, Pence cuenta con otro halcón, el general de cuatro estrellas Stephen Fogarty, titular del Comando Cibernético del Ejército, quien hace poco inauguró junto con el general Paul Nakasone, a cargo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, la denunciada por el hacker Edward Snowden como vigilando a todo el mundo) una unidad especial dedicada a la batalla contra Rusia en el ciberespacio.

Pence piensa en ciberataques contra empresas tecnológicas. Fogarty, militar al fin, le quiere dar un fuerte impulso al Cibercomando a  través de nuevas estrategias no solo basadas en el espacio virtual. «Estamos bajo un ataque persistente de adversarios cada vez más capaces y agresivos, y no puedo hacerlo solo. No se trata solo de cibernética», dijo Fogarty.

Fogarty abundó en la forma que entiende más adecuada para combatir a los ciberataques y a los potenciales hackers. «Tengo que ser capaz de encontrarte, agarrarte y terminar contigo más rápido de que puedas hacerlo conmigo, y eso es en todos los dominios, no solo en el dominio cibernético. No necesariamente tiene que ser ciber vs. ciber”.

Su ambiciosa propuesta es convertir a ARCYBER, el anagrama para Cibercomando del Ejército, en una jefatura de Operaciones de Guerra de la Información del Ejército o de Operaciones de Dominio de la Información. Esa unidad tendría como funciones operar en las redes y los datos en la búsqueda de “integrar y sincronizar las operaciones de información y psicológicas, el engaño militar y todas las disciplinas de la inteligencia”.

Para lo cual se necesitará, dijo el estratega, reclutar más expertos en operaciones electrónicas y desarrolladores y también expertos en operaciones de información. Fogarty los definió sugestivamente como “miembros tribales” de ARCYBER.

Pero también se plantea capacitar al personal que hoy día tiene a cargo, que según el general Bruce Crawford, es de 13.600 personas altamente especializadas. En un encuentro organizado a instancias de Fogarty, que nucleó a todos los jefes de departamentos, Crawford dijo, según el portal oficial de ARCYBER, que ese plan “es el esfuerzo más grande en 35 años” por adecuarse a las nuevas realidades en las redes. “En los 80 –explicó- el Ejército recién estaba comprendiendo como el software e internet cambiarían fundamentalmente el carácter de la guerra”.

Ahora, insistió Crawford, “los avances en tecnología de la información muestran que el Ejército debe comprender cómo esta nueva tecnología puede moldear el campo de batalla moderno y cómo aprovecharlo al trabajar estrechamente con socios de la industria y la academia”.

Cuando el jefe de la NSA presentó el equipo “anti-Rusia”, dijo que junto con China son los “dos adversarios en los que tenemos que centrarnos pronto y en el futuro”. Y alertó que si no hacen algo rápido, “serán ellos los que definirán lo que harán en ese dominio”.

Pence abonó esta tesis asegurando que hackers chinos y norcoreanos trataron de robar secretos comerciales de industrias clave en los últimos años. Y señaló que solo en 2016 la economía estadounidense perdió casi 110 mil millones de dólares por ciberataques. Entre ellos anotó uno atribuido a Rusia contra una naviera que habría significado un costo de 400 millones, aunque no dio muchos datos más.

«La Administración del presidente Donald Trump adoptó medidas sin precedentes en el último año para reforzar la infraestructura digital y la defensa», agregó el vicepresidente en un foro desarrollado en Nueva York. «Estados Unidos depende cada vez más del mundo digital», completó.

Fogarty, mientras tanto, ultima detalles para un mitin de líderes de su área donde espera establecer un programa para efectuar operaciones de guerra electrónica y en redes. “Un grupo más veterano discutirá la misión, la visión y las prioridades, que deberán publicarse en breve”, le dijo a los periodistas, relató Lauren Williams, especialista en ciberseguridad en el portal Defense System. 


La guerra de las galaxias

En junio pasado, Donald Trump había presentado la Directiva 3 de Política Espacial en la que propuso la creación de una sexta rama de las Fuerzas Armadas que se sumaría al Ejército, la Fuerza Aérea, la Marina de Guerra, el Cuerpo de Marines y la Guardia Costera para apropiarse del Espacio exterior (ver https://www.tiempoar.com.ar/nota/trump-sale-a-la-conquista-del-espacio).


Ahora, Mike Pence anunció en el Pentágono que presentará en el Congreso el proyecto de Fuerza Espacial, que entraría en acción para el año 2020 y que necesitaría un presupuesto inicial de 8000 millones de dólares.


De acuerdo a la iniciativa, se creará un Comando del Espacio, luego se entrenará a tropas de las otras ramas en seguridad espacial y se designará a un subsecretario del Espacio.


«China y Rusia han estado llevando a cabo actividades altamente sofisticadas en órbita que podrían permitirles maniobrar sus satélites muy cerca de los nuestros, presentando peligros sin precedentes para nuestros sistemas espaciales», dijo el vicepresidente.


Un comunicado de la Casa Blanca había señalado que «el presidente Trump sabe que el espacio es parte integral de nuestra forma de vida y prosperidad económica en Estados Unidos, y es un dominio vital.