Lo de los padres en el colegio a esta altura es una militancia por lo público. Ese rol se ve en las movilizaciones y eventos que organizan para recaudar dinero para sostener el archivo histórico, la radio escolar, los baños, todo. Nosotros tenemos hace años una empresa de mantenimiento que se llama SES. Pero las cosas no se hacen, los mismos empleados dicen que no tienen los materiales necesarios. La segunda cuota del año pasado, que todavía no llegó, es de 50 mil pesos. Esa plata es para 2300 alumnos y la necesitamos de manera urgente. Ante tanta insistencia, ante tanta negativa, ahí entran los padres y su rebelión.

Estamos organizando un locro para el 7 de julio y todo el dinero irá destinado a refacciones para el edificio. En un contexto tan complicado, la cooperadora es como un reemplazo ante la ausencia del Estado: debe hacerse cargo de lo que otros no hacen.